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Reseña Sin Culpa – Gail Carriger

Por Perdidas Entre Páginas @LasPerdidas

Aquí vengo con la reseña del tercer libro de una saga que es un poco complicada de reseñar: es muy original y los detalles que la componen son perfectos, pero aunque las tramas de cada libro pretenden ser algo grande –y ojo, curiosas y entretenidas lo son un rato-, hay un no sé qué, que parece que ralentice el libro.

Reseña Sin Culpa – Gail Carriger
La Reina Victoria la ha echado del Consejo en la Sombra y la única persona que podría ofrecerle algún tipo de explicación, Lord Akeldama, desaparece de la ciudad inesperadamente. Para colmo, Alexia es atacada por una serie de bichos mecánicos homicidas, lo que indica claramente, como solo unos bichos semejantes pueden hacerlo, que los vampiros de Londres están muy interesados en ver a Alexia muerta. 
Mientras lord Maccon elige permanecer en un estado cada vez más ebrio y el profesor Lyall intenta por todos los medios mantener la manada de Woolsey unida, Alexia huye de Inglaterra para buscar refugio en Italia, en busca de los Templarios.

En este tercer volumen nos encontramos con Alexia, en su casa, con su madre, padrastro y hermanas. Quien haya leído el primero pensará en lo raro que es esto, pero aquél que haya acabado el segundo se estará muriendo de la incertidumbre porque sabrá que Alexia ha tenido que “huir”. ¿De quién? Bueno, digamos que de alguien demasiado desconfiado; por no hablar de la clase vampírica, que la persigue allá donde va, intentando acabar con su vida.

Qué manía tienen los sobrenaturales de Londres con verla muerta, ¿no? Bueno, es que esta vez Alexia lleva algo consigo que es demasiado valioso, algo más poderoso de lo que nadie imagina.

Encima que en su casa no quieren su presencia, Lord Akeldama ha desaparecido de la faz de la tierra (no te enamores de este elegante y dispar vampiro, pues la autora tiene la manía de hacerle aparecer con cuentagotas) y lo único que le queda es dirigirse a la tierra del café, el pesto y la albahaca: Italia. 
Allí, si es que consigue llegar, pretende encontrar respuestas a todo lo que está poniendo su vida patas arriba.

En este libro, como en los dos anteriores, viajaremos con Alexia en tercera persona. De nuevo algo que resulta agradable, pues podremos disfrutar de una rama paralela a la trama central: Lyall se encargará por su parte de descubrir todo el embrollo desde Londres, de eso y de vigilar a un Lord Maccon que se merecerá un par de sombrillazos bien dados.

Ahora ya conocemos a todos los personajes, así que Gail Carriger no se anda con más florituras de las necesarias. Habremos cogido cariño a algunos y a los que no, podremos tolerarlos porque o realmente merecen la pena que estén ahí, o porque casi ni aparecen (ejemejemIvy,menosmal,ejem). A mí Alexia me cae bien, una señora de la época a la que le fastidia romperse el vestido pero que si ha de hacerlo lo hace; aunque sinceramente, con quienes más disfruto es con la parte de la manada, sobretodo con Lyall: el beta de Maccon. Los capítulos en los que aparece se me pasan como el rayo, a diferencia que cuando estoy con Alexia, que en ocasiones la narración ha llegado a agobiarme. Ese par de capítulos entre Akeldama y Lyall han sido sublimes, lo mejor de la novela, diría yo. ¿Y qué pasa? Pues lo de siempre, que parece que cuando Gail Carriger se embala, arranca y nos da algo bueno que masticar, es ya el final (aunque este final no ha sido tan precipitado ni tan abierto como el anterior).

Su estilo sigue siendo el mismo: con mucho adorno y mucho té. Pero es una narración que le va que ni pintada a la historia, así que gusta leer a esta autora (aunque a veces se pase y el ritmo se haga un tanto lento).

En general, y como he dicho al principio, es una saga difícil de valorar: tiene un montón de ingredientes estupendos, pero hay algo ahí que no sé… como que me falla, peeero por otra parte me deja muy satisfecha una vez lo cierro; ¿alguien que la haya leído y sepa describir lo que me pasa?

Y no: no es porque salgan hombres lobo y vampiros, porque los que aparecen no son “como los de toda la vida” (tienen sus leyes, sus horas del té, sus cotilleos y sus modales –aunque a los zánganos déjalos ir). Cada libro trata un tema distinto siguiendo el hilo de la historia de Alexia, en cada uno pasan cosas diferentes y originales, en éste en concreto se nos ha ampliado más la visión y hemos viajado a Italia, tierra de los

Reseña Sin Culpa – Gail Carriger
Templarios, y hemos podido conocer más la historia de Alexia; pero cuando piensas en todo lo que has leído y haces balance sólo te acuerdas de lo del final (y de las mariquitas mecánicas) y ese misterio que ha dejado caer la autora aún resolviendo partes del mismo.

El humor mordaz, casi en cada página. La belleza de un Londres victoriano narrado con exquisitez, también; (aunque la de Italia y Francia no se queda atrás). El romance, en éste no tanto pero puede notarse en el ambiente. Las sombrereras con artilugios dentro y las sombrillas con bolsillos misteriosos en los que guardar desde veneno hasta dardos aturdidores, siempre. Eterógrafos y magnetómetros, dirigibles y cabriolés cabriolés…, sin falta.

Una saga que tiene de todo y que dejar, no deja indiferente.


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