Reseña Sin huellas en la arena – Ana O’Donnell

En esta ocasión vengo con Sin huellas en la arena, libro auto-publicado que cuenta una historia de amor que rompe las barreras del tiempo y de la vida.

La playa para Emily siempre fue un lugar en el que evadirse del mundo, un lugar donde esconderse y disfrutar de la soledad, donde pasar las horas sin importarle nada más que el suave tacto de la arena y el aroma del mar…
¿Quién iba a decirle que sería también el escenario de su primera historia de amor, y más que eso… que sería el escenario de su obsesión, y de su irremediable locura?
"(...) No entendía por qué debía alejarme de él, era bueno, nos queríamos y me encantaba pasar tiempo a su lado...por eso me resultaba imposible dejar de verle, era como dejar de respirar, si lo hacía, antes o después, acabaría muriendo".

Sin huellas en la arena narra la historia de Emily, una chica un tanto especial de la que dicen sus compañeros que en su vida anterior había sido la mujer de un pirata a la que abandonaron en alguna isla desierta, y que murió devorada por animales salvajes. Emily vive al lado del mar, y está terrible y perdidamente enamorada de esa inmensa masa de agua que todo lo puede. Un día el mar, la playa y el destino le traen a Sean, y su amor por él superara su amor por el océano y por ella misma.

Estaba de pie, en la orilla del mar, muy quieto, como si buscara algo en el horizonte, algo difícil de ver y más aún de alcanzar, dejando que el agua mojara sus pies descalzos y el bajo de sus pantalones vaqueros sin que le preocupara lo más mínimo.

Sin huellas en la arena está escrito en primera persona desde el punto de vista de nuestra protagonista, Emily, y a través de sus ojos y sus pensamientos asistimos a su primer amor.

Es un libro corto, en mi Boky eran 100 páginas exactas, supongo que variará página arriba o página abajo según el dispositivo, tamaño de letra y demás. Si hay una sensación que me ha quedado al terminar de leerlo es la de que faltaban páginas, y es que creo que la autora podría haberse deleitado más y haberle sacado más jugo a los primeros momentos de Emily y Sean. La narración es fluida, y aunque hay algún que otro error, no dificulta la lectura, aunque sí que he encontrado un, y esto ya es gusto personal mío, exceso de puntos suspensivos.

Dejando de lado los aspectos más técnicos, la novela es bonita por donde la mires, bonita y con un cierto toque y aura que la rodea de desesperación. En más de una ocasión se me han escapado unas cuantas lágrimas, y es que ha habido veces que Ana O’Donnel ha sacado toda su artillería pesada, el corazón se me ha colapsado y no lo he podido evitar.

Un libro con incontables citas para anotar y recordar, de esas que sorprenden y emocionan.

Cuando nos separaban escasos pasos de distancia, Sean se giró, como si hubiese notado mi presencia, y me dedicó una preciosa sonrisa: -Te echaba de menos -dijo- ¿Dónde has estado?

El corazón me dio un vuelco al oír su voz y ver su hermoso rostro, y me maree de tal forma que no tuve más remedio que dejarme caer en la arena. Una vez allí, me tumbé boca arriba y me llevé las manos a la cara para tapar mis ojos que estaban a punto de derramar un sinfín de lágrimas. En ese momento no me preocupó lo que pudiera pensar de mi extraña reacción, Sean era la única persona con la que no sentía la necesidad de fingir y guardar las formas.

Quizá me ha faltado conocer un poco más de esos instantes de Emily y Sean juntos, pues ha habido un momento que pese a que había pasado un tiempo en la novela y Emily estaba llena de amor, yo no acababa de empatizar con ese amor, de entenderla del todo, pues como ya digo me han faltado más escenas de los dos juntos.

De los personajes que cobran vida en esta novela la que más perfilada está es Emily, los demás, incluso Sean, resultan un poco ajenos y desdibujados, pero volvemos a lo de antes, creo que se debe a eso mismo: a que faltan páginas.

En definitiva, Sin huellas en la arena es un libro bien escrito, bonito, dulce y un tanto desgarrador que hará las delicias de todos los enamorados del amor (como una presente) y en la que encontramos una historia sencilla y sentida.

 Sin huellas en la arena queda más que aprobada y es que aunque le falten páginas y tenga algún que otro error técnico como ya  he mencionado más arriba, no deja de ser un libro de esos especiales y escritos con mucho cariño.