Alejandro Cruz es el guitarrista del popular grupo de rock español Malditos Bastardos. Es un hombre misterioso, acostumbrado a conseguir cualquier cosa que se le antoje. Las drogas y el sexo han sido sus fieles compañeros durante años, hasta que sufre un accidente de coche y tiene que someterse a un tratamiento de rehabilitación. Alejandro acepta ingresar en una clínica sólo porque no quiere terminar en la cárcel. Sin embargo, las instalaciones son confortables y los profesionales muy agradables; todos excepto Miranda Porter, la nutricionista. A pesar de que ambos se detestan desde el primer momento, entre ellos va tejiéndose una intensa relación que acabará convirtiéndose en algo llamado amor…
Lo mío con este libro fue un flechazo en toda regla, y la verdad es que me alegro tanto de haberlo leído que estoy deseando que la autora nos deleite con otro libro de la serie. Sin miedo a nada formara parte de una serie llamada Malditos bastardos, donde iremos conociendo a lo largo de las páginas a cada uno de los integrantes del grupo de rock.
Alejandro es un personaje bastante peliagudo. Nos muestra dos caras de su vida, por un lado conocemos al famoso guitarrista y compositor Jandro Cruz, el chico malo que tiene cada día a una mujer diferente en la cama, y al mismo tiempo se encarga de derrochar el dinero en drogas y alcohol. Alejandro Fernando es aquel chico que un día fue y que con el tiempo se ha ido esfumando. Jandro Cruz se ha encargado de borrar del mapa a Alejandro, ese chico sensible, cariñoso y sentimental que un día se fue para no regresar.
Dos ciegos que se niegan a mirar, porque saben que el sol les hará daño en los ojos.. Miranda es una luchadora nata que ha conseguido ir saltando los obstáculos que le ha ido poniendo el destino a lo largo de su vida, me ha encantado la fortaleza y las ganas de luchar que mantiene en todo momento. Es admirable el trabajo que hace consigo misma, y sobre todo con todos sus pacientes, es digno de ver como una persona cuida con tanto mimo a las demás.
Una historia de amor increíble que irán forjando pasito a pasito. Los inicios son los momentos más difíciles de una relación, por eso me gusta que entre ellos no surjan las prisas y que los sentimientos entre ambos surjan de manera natural y para nada forzada. Sin duda el estilo de Anna es sumamente delicado, me ha sorprendido lo dulce e intensa que llega a ser a la hora de escribir, y sobre todo la naturalidad con la que se expresa que para nada resulta empalagosa.
Me hubiera gustado conocer más a fondo algunos de los integrantes de la banda que como bien sabéis serán los encargados de sorprendernos en la próxima entrega. Pero a pesar de todo he disfrutado con la escritura de la autora, con unos personajes muy bien perfilados, y con una historia de amor y superación maravillosa.
-Colaboración Esencia-