Reseña: ‘Spider-Woman’ #1

18 Nov 2015
Escritor: Dennis Hopeless
Dibujo: Javier Rodriguez
Tintas: Alvaro Lopez
Colores: Javier Rodriguez
Editor: Devin Lewis

La serie de Spider-Woman dio un giro para su quinto volumen. Marvel decidió ponerla en el terreno de la maternidad rompiendo con el esquema que el personaje manejo durante toda su vida. Todo esto aunado a que ahora Jessica es la mayor de las Spider-Woman; tenemos a Silk y a Gwen que portan la bandera de la juventud y adolescencia. De ahí que Jessica Drew sea el personaje idóneo para cargar con dicha responsabilidad.
El primer número de este volumen arranca lento, le cuesta tomar su ritmo, pero una vez tomado no hay pero que ponerle.
Se trata primordialmente sobre aceptación, la aceptación de Jessica para ser madre. Es una cuestión que, a mi parecer, solo las personas entradas un poco más en años lograran entender. Quiero decir que esta serie ha cortado a un gran número de lectores que simplemente encontraran aburrido la trama central: la maternidad. No es para menos, no es algo que un lector promedio de Marvel quiera leer.
A pesar de todo, pienso que estamos frente a un muy buen comic. Dennis Hopeless es muy bueno escribiendo este capítulo en la vida de Jessica. Hay demasiado buen ritmo. Un perfecto uso de los diálogos. Humor. Un poco de acción. Y también esta excelente narrativa llevada  a cabo principalmente por su artista, Javier Rodriguez
Rodriguez es un artista que sacrifica la espectacularidad por la narrativa. Todo el trabajo del artista se centra en las emociones de los personajes. Se siente como cada uno de ellos toma vida en cada panel. Me gusta lo que hizo con Spidey y Stark. La cereza del pastel.
Dime que villano tienes y te diré que tan buen superhéroe eres. Ese dicho aplica muy bien en este caso; si habría que buscarle algún defecto al trabajo de Hopeless es la ausencia de retos interesantes. En ningún momento transmite la sensación de peligro. Ni siquiera hacia la recta final del comic, donde se supone nos alerta de lo que vendrá en un futuro.
Spider-Woman 1 no es el comic que la gran mayoría de los aficionados arácnidos desea pero eso no le quita lo bueno. De hecho, es un excelente comic que supera la barrera impuesta por Marvel y llena el vacío argumental que los personajes femeninos tienen hoy en día. Se trata de una historia solida centrada en la responsabilidad vista desde otro punto.