Esta pequeña novela nos muestra un mundo distópico donde lo real se mezcla con lo falso.
¿Cómo es esto? Pues resulta que nos encontramos en un mundo donde la atmosfera es tan densa que ya ningún tipo de planta crece, donde los animales están casi extintos y donde la mayoría de las personas han optado por ir a vivir en Marte.
En medio de todo este caos, los robots son tan avanzados que estos se mezclan con los humanos. Incluso algunos comprar animales robóticos para que simulen ser falsos.
El personaje principal es un cazarrecompensas, que tiene la misión de descubrir estos modelos nuevos de robots y que sin duda son muy peligrosos para la sociedad.
Philip toca en estas pocas páginas un tema que me llamó la atención, es saber qué tanto de lo que vemos y creemos saber es así tal cual. Quizá todo es una mentira. O quizás nos quieren hacer creer de que todo es una mentira.
En un momento estaba muy confundida porque no sabía que estaba pasando. Philip me hizo dudar sobre el protagonista. Y me encantó que lograra eso en mi.
Pero también tengo que reconocer que este protagonista me pareció un pelotudo. Me resultó insoportable su manera de actuar.
Si bien no es de las mejores lecturas, tampoco me pareció tan interesante.
Esta es una novela muy importante en el género de la ciencia ficción, y su autor logró transportarme a un mundo donde realmente no quisiera vivir.