La escritora refleja en esta novela romántica su embeleso por Madrid
Por: Alberto Berenguer Twitter: @tukoberenguer
Portada de ‘Sueño de Cristal’ que participa en el Concurso Indie
Hace unas semanas descubrí la novela Sueño de Cristal-., un libro que la autora madrileña estaba promocionando a través de Twitter y Facebook, así como otras redes sociales. Debo confesar que me llamó especialmente la atención la portada del libro, más que el título, porque me transmitió algo similar a un ‘popurrí’ entre carisma, jovialidad y superación. Después eché un vistazo a los comentarios sobre la novela por parte de los lectores y comprobé que es una novela muy recomendada por todos los que la leen. Es por ello que decidí basarme en los comentarios de los lectores para destacar los puntos coincidentes y razonar aquellos aspectos discrepantes.
No podría estar más de acuerdo con «me la he leído en un día» porque aunque la historia no es excesivamente larga es innegable que pasas un buen rato leyéndola. Y como decía otro lector «hay cosas mejorables en la redacción pero no enturbia para nada la historia». Su forma de narrar realmente me ha sorprendido, ya que Marta Sebastián Pérez consigue que el lector empatice en cada momento con la mayoría de los personajes y que no se disperse la atención del lector hasta el desenlace de la novela. Su forma de narrar es directa, sencilla, sin excesivas florituras y delicada. También los diálogos se notan que están muy bien trabajados, consiguen captar la atención y mantienen el interés del lector hasta el final de la historia.
En cuanto a los personajes, me ha gustado mucho que la autora plasme en la historia la figura de un maltratador, una figura protagonista en la primera parte de la historia y que por desgracia sigue siéndolo en nuestra sociedad actual. Es por ello que aunque la trama contenga algunas escenas subidas de tono, la recomendaría a un público juvenil-adulto.
En general, todos los lectores resaltan la «conexión que sientes con Antía -personaje principal de la trama- desde el principio de la novela y la sigues teniendo hasta el final del libro». Sin embargo a mí es uno de los personajes que más me ha costado entender porque me ha desconcertado en ciertas ocasiones mostrando desidia e incluso sumisión en temas importantes y en otros inverosímiles suele sacar su gran carácter. En algunos momentos muy madura y en otros muy cría. Por otro lado, también hay otros personajes importantes en Sueño de Cristal como Ismael, Sofía, Roberto, Carlos y/o Jaime.
Si hay algo que destaca la trama de Sueño de Cristal es el lugar que ocupa la ciudad de Madrid. Un lugar privilegiado llegando incluso a ser la pura esencia de la novela, ya que la autora habla de «ese Madrid que hasta muchos de los propios madrileños ignoran y desconocen». Su amor por su ciudad natal es incondicional; se nota, se siente, se capta… Me gustaría dar la enhorabuena a la autora por atreverse a situar su historia en la capital española porque como he dicho en muchas ocasiones: una ciudad española puede dar cabida y nutrir perfectamente una gran historia. Sin embargo, en ocasiones me ha parecido demasiado descriptivo ‘el tour’ por Madrid –empezando por el Templo de Debod y pasando por El Palacio de Cristal, entre otros lugares- llegando a ralentizar, en mi opinión, la historia romántica que se genera a partir del segundo tercio de trama.
Y hablando de trama romántica, sigo sin entender los motivos que suelen llevar a los autores de romántica a seguir un mismo patrón de perfiles de ensueño, físico imponente y totalmente deseable. Siempre me he preguntado, ¿qué hacen los tantos de millones de españoles que no cumplen con ese patrón?
Sueño de Cristal es una novela bien narrada recomendable para lectores afines al romanticismo, pero rodeada de temas sociales extremadamente duros y con un mensaje muy claro: sé uno mismo sin miedo a equivocarse. Si la autora decidiese escribir una segunda parte de esta historia estoy seguro que no pasaría tampoco desapercibida.
Marta Sebastián Pérez, una joven escritora madrileña que apuesta por la autopublicación y os invitamos a que sigáis ‘sus sueños’, sean de cristal o de porcelana.