Revista Cultura y Ocio

Reseña - Una sonata de verano

Publicado el 09 mayo 2020 por Alaluzdelasvelas


RESEÑA

-
UNA SONATA DE VERANO

 ¡Hola, hola, hola!
 Y otra semana que se nos va. ¿Cómo ha sido la vuestra? La mía, por una vez, bastante productiva. Tanto que voy de culo con el blog. Pero bueno, hoy tengo intención de ponerme un poquito al día. O mucho, ya que estamos.

 Hoy toca reseña. Lo sé, lo sé, sin novedades. ¡Pero os traigo una que me ha gustado mucho! Lo cual está más que bien, porque hoy tengo pensado acabar un libro que… bueno, no es que sólo no me esté gustando, es que me está poniendo francamente enferma. Pero dejamos eso de lado. ¡Dentro reseña!FICHA TÉCNICAReseña - Una sonata de veranoTítulo:Una sonata de verano Autora:Belén Martínez Editorial:Puck Número de páginas: 352 ISBN: 978 84 92918058 Precio libro físico: 13,30€ (Tapa dura) / 5,52€ (Edición para Kindle)

SINOPSIS Novela ganadora del Primer Premio Puck de Novela Juvenil.
 Una historia atrapante, conmovedora y que te dejará sacando conclusiones hasta la última página.  Una pluma fresca, auténtica y mágica. Casio Oliver está obsesionado con Preludio de invierno, la primera obra de Óscar Salvatierra, un escritor ya retirado. Aguablanca, el pueblo donde se desarrolla la historia, lo acoge el último mes de verano entre sus pinos, fantasmas y recuerdos olvidados, mientras él trata de olvidar la pesadilla en la que se ha convertido su vida desde hace unos meses. Lo que no sabe, es que su propia historia ya comenzó hace tiempo con un chico que le ofreció un paraguas bajo la lluvia, una mansión sobre un acantilado, y un libro que esconde magia, muerte y amor entre sus páginas. En el abismo que separa la magia de la realidad, Casio tendrá que decidir por qué luchar, por qué vivir, para que su propia historia se haga realidad.
OPINIÓN
 Casio sólo quería que llegara el verano para que todo acabara. Tiempo, eso necesita, para olvidar lo que pasó. Porque se siente mal. No, se siente peor. Daniel y él ya no son amigos. Ellos, que eran culo y mierda. Ellos, joder, que siempre decían que nunca abandonarían al contrario. Laia y Alister, sus otros amigos, no entienden nada; ¡y lo peor es que Casio ni siquiera les habla! Pero ha llegado el verano. Y Casio por fin puede poner tierra de por medio.
 Siempre ha estado enamorado de la historia Preludio de invierno, esa asentada en Aguablanca, un microcosmos precioso en el que, ¡por fin!, va a poder pasar unos meses. El coche está en marcha, todo va a ir bien. Porque todo va ir bien, ¿verdad?
 No hubiese leído nunca esta historia de no ser porque Mari, administradora de Wandering book-reader la dejó más que bien en su reseña. Reseña que podéis leer haciendo clic aquí – ¡y no olvidéis echar un ojo a su blog! Entre que el contenido es maravilloso y la chica un sol, son todo ventajas.
 Belén Martínez tiene una prosa muy bonita. No hay descripciones que estén de más, ni siquiera tensiones innecesarias. Una sonata de verano está deliciosamente escrita, tanto que debo confesar que he quedado prendada de la ciudad ficticia que nos dibuja su autora. De eso y del misterio. Ah, sí, sí; no sólo se trata de una historia de amor, sino de una pequeña caza de de pistas que desembocan en algo francamente maravilloso.
 Ya en Aguablanca, Casio ve la Buganvilla Negra. Caserón de aspecto más bien siniestro, casi un personaje más dentro de su libro favorito. Por supuesto, irá a investigar. Pero nuestro protagonista primero quiere dejarse mecer por esa ciudad tranquila, reposada, en la que se ve envuelto en dos complicaciones peliagudas. La primera es que se topa casi por accidente con uno de los chicos de la Cruz – un instituto privado –, pero no uno cualquiera. Marc. El mismo que le pilló en una situación cuánto menos grotesca. La segunda es que pisa por accidente las flores de una anciana. ¿Y la mujer qué hace? Dejarle bien claro que ya puede ir arreglando el desastre.
 No os quiero adelantar nada, porque esta es una historia que vale la pena conocer. La autora trata temas muy serios. Unos de los que no os hablaré en esta zona de la reseña para no haceros spoilers; pero os puedo prometer, y de hecho lo hago, que lo hace con la delicadeza y respeto que merecen.Lo que sí os voy a decir es que Marc no parece el chico estirado, casi altivo, que ha visto tan a menudo. No sólo es simpático, sino que parece llevarse realmente bien con Casio. Además… ¿cómo va a negarse a conocer a este chico si es nada más y nada menos que uno de los nietos del autor de su libro favorito?
 ¡Un último apunte! La Buganvilla Negra está llena de secretos. Es como si respirase. Te acercas y sientes que las historias cobran vida. Hay algo mágico en las historias truncadas, esas salpicadas de fantasmas y malos augurios. ¿Quién le dice a Casio que él no vaya a verse envuelto en esa vorágine de secretos, mentiras y traiciones?
 Y ahora, bienvenidas y bienvenidos a la ZONA SPOILER

 Decir que me ha gustado es quedarse corta. He disfrutado como una enana leyendo esta novela. Y es preciosa. Ajá, he dicho preciosa. Casio y Marc son tan cuquisque sólo puedo sonreír al pensar en ellos. Pero están muy jodidos. A Casio le hacen bullying. No sólo le insultan, sino que la cosa llega al extremo de quitarle la ropa mientras se ducha para obligarle a caminar desnudo por la calle. Tan cruel e innecesario como suena. Y así conoce a Marc. Chopadoy prácticamente desnudo en un día de lluvia, intentando rescatar su ropa de un contenedor de basura. El chico de la cruz aparece con un paraguas, pero nuestro protagonista sólo acierta a echar a correr. Maldita sea su suerte en Aguablanca cuando se cruza con él… o tal vez no.
 El eje central de la novela es la aceptación. Casio es gay, algo que sabemos prácticamente desde el principio; pero ha tenido una experiencia bastante horrible. Tanto que no quiere hablar con nadie. Intenta neutralizar su dolor con indiferencia, y es aprovechando la consabida “edad del pavo” que se convierte en alguien taciturno, ligeramente mordaz. El chaval es un cielo. Un maldito amor de criatura que tiene unos padres maravillosos y una hermana que a mí ha conseguido robarme un poquito el corazón. Es una cabrona, sí, pero defiende a los suyos con uñas y dientes y, lo siento, para mí eso vale oro.
 Marc tampoco está bien. De él no os contaré nada para que podáis conocerlo por vosotras mismas, por vosotros mismos. El caso es que el chico aparece cada dos por tres alrededor de Casio. Y él no entiende nada, claro, porque está tan aterrorizado intentando olvidar lo que pasó que no pilla las señales. Son casi pedrazos, os lo juro, y es que es incluso enternecedor ver la paciencia de Marc. Porque tiene mucha, el chico.
 Os había hablado de Preludio de invierno. Casio ha empezado a ver fantasmas, no hay otra explicación. Agatha no para de advertirle que se aleje de la mansión antes de que el monstruo acabe también con él. Marc veía los fantasmas que ahora ve Casio cuando era pequeño. Y le cree, claro. Así que cuando su abuelo revela a los chicos que todo lo que hay escrito en Preludio de invierno es real muchas piezas empiezan a encajar. ¡Y no diré nada más sobre este tema!
 Sufrí lo indecible por estos dos chavales. Cuando se empezaron a ver las orejitas de los lobos con los que conviven Marc y su hermano, sólo podía preguntarme cuándo faltaba para que todo se fuera de madre. Y fue poco, porque esos dos chicos son tan encantadores como el propio Casio – y mirad que el hermano de Marc tiene más cara que espalda – y sufren lo que no tendría que sufrir nadie. Es muy triste tener a los monstruos en casa.
 Me gustó la participación de Laia en la trama. Que Casio, pese a todo, consienta contarle todo fue muy bonito. También muy necesario. Daniel es un chaval despreciable, un jodido intolerante y, sobre todo esto, una mierda de amigo. Es triste que alguien decida aparte de su lado por algo tan pequeño como lo que les pasó a ellos. Pero supongo que es ley de vida. Para que haya buenas personas, tiene que haber malas.  El final es muy bonito. Una locura de páginas que pasaron volando, porque esta señora sabe mantener no sólo la tensión, sino también la necesidad casi imperiosa de saber si podremos encasillar Una sonata de verano como uno esos libros con un final feliz. ¿Y pasa? Ah, no, no, si queréis saberlo tendréis que leer el libro.  Mi única pega, y ni siquiera la considero como tal porque he adorado cada palabra; es que me hubiese encantado leer un epílogo. Uno de estos largos, puestas a pedir, en el que se nos cuente un poquito qué fue de cada personaje. Pero bueno, en cualquier caso el libro vale la pena, ¡no sé a qué leches estáis esperando a leerlo! Tierno, rodeado de misterio y con un protagonista que os robará el corazón; Una sonata de verano es uno de esos libros que se lee con una sonrisa en los labios. Si queréis conocer los secretos de la Buganvilla Negra, os invito a que le deis una oportunidad a esta maldita maravilla.
Nota: 5/5


Volver a la Portada de Logo Paperblog