Autor: Julia Hoban
Editorial: Ámbar
Saga: Autoconclusivo
Páginas: 335
Precio: 15€ Los padres de Willow murieron en un trágico accidente de coche, dejándola no solo con el dolor que supone enfrentarse a un pérdida, sino también con el peso de la culpabilidad: ella era quien conducía.
Ocho meses después, su hermano mayor casi no le habla, cree que sus compañeros de clase le culpan por lo ocurrido y Willow se evade del sufrimiento con el que carga marcando su cuerpo con las heridas del pasado. Pero cuando un chico llamado Guy descubra su secreto, nacerá una intensa relación que conseguirá sacarla de ese mundo extraño que ella misma se ha formado.
Había oído hablar innumerables veces de lo bueno que era este libro, pero la verdad es que nunca me había llamado la atención como para leer su sinopsis siquiera. De no haberlo encontrado por casualidad en la biblioteca, seguramente no lo habría leído.
La novela es narrada en primera persona por Willow,la protagonista que da nombre a la historia. Respecto al personaje, tengo sentimientos encontrados.Por una parte es egoísta y paranoica, un ser encerrado en sí mismoque se culpa de todo y que lleva una carga constante sobre sus hombros como es la muerte de sus padres.Por otra parte, este personaje que parece tan débil no lo es tanto, ya que demuestra una fortaleza inesperada en su situación. Los personajes secundarios me han parecido planos y repeticiones en su mayoría, salvando a Guy y a David, el hermano de Willow, que afronta la pérdida y la muerte de una manera diferente a la de su hermana.
Como es de esperar, Guy será el chico de la historia. Quizá me ha faltado profundización en el personaje. Todas sus acciones y su comportamiento con Willow son excelentes, pero me hubiese gustado conocerlo un poco más y que no sea un mero apoyo para la chica.
Además de ser un libro generalmente corto, se lee de forma rápida y no se hace pesado en absoluto. Es una lectura sencilla y entretenidaque debo alabar por el tema del que trata, un tema tabú en la literatura juvenil en la que parece que todo es color rosa.
No lo calificaría como un libro alegre, pero tampoco como un libro triste, ya que nos cuenta la historia de superación de una chica que ha pasado por una situación devastadora. Al mismo tiempo, las descripciones de sentimientos tales como el dolor y la angustia que siente la protagonista hacen que nos estremezcamos como si fuésemos nosotros quien estuviésemos viviendo ese momento.
La historia de amor no es lo más destacable del libro a mi parecer, porque aunque es muy importante, no es todo lo bonita que podría haber sido. Para mí es un simple complemento sin importancia. Me ha gustado mucho más la relación de amistad que la de amor.
Tratando el tema que trata y de la forma en que lo trata, el final podría haber sido mucho más emotivo de lo que es. No puedo decir que no me haya gustado, pero tampoco es lo mejor de la novela. La autora podría haber jugado mejor sus cartas y poner el broche de oro final.
Intenso y especial