Reseñas Cine: Biutiful

El mexicano Alejandro González Iñárritu siempre ha hecho un cine preocupado por los dramas sociales, personales y existenciales. En algunos casos, como en 21 Gramos, con resultados esotéricos, aunque fascinantes. En otros, como en Amores Perros, con inquietante espectacularidad. Últimamente, con brillantez y reconocimiento internacional, verbigracia Babel. Con Javier Bardem en el papel protagonista de Biutiful, conjuga la tragedia interior y exterior, el conflicto humano de un padre separado y con dos hijos, que se está muriendo de cáncer terminal, y la sobrecogedora situación de la inmigración ilegal. Ambientada en la Barcelona de los barrios marginales y los ambientes de los trabajadores extranjeros sin contrato, Biutiful es una historia de vidas alternativas al límite, sucias, tristes y oscuras. Un relato de miserias cotidianas que se refuerza por los movimientos de cámara al hombro. Bardem está tan solvente como acostumbra, y no se puede negar que Iñárritu sabe cómo poner en imágenes una historia. El problema es esa misma historia, muy triste, sí, pero nada novedosa y escasamente atractiva. Larga, lentísima y soberanamente aburrida, acaba por no interesar en absoluto. Sólo cobra fuerza cuando el protagonista, viviendo en tiempo de descuento, busca su redención. Es duro condenar una película que denuncia la angustia y las condiciones míseras de tantos seres, pero no hace falta ser un pelmazo para mostrar conciencia social y sensibilidad. Con tremenda mala conciencia les digo que Biutiful es un latazo insoportable.

Fran G. Lara