Un plano aéreo, no exento de carga dramática, se abre paso por una zona boscosa y nevada buscando a los personajes, ubicándonos en el lugar, el clima y la emoción dominante de la cinta. Así arranca ” EVA” la ópera prima de Kike Maíllo, realizador de videoclips, cortos más conocido sobre todo en Cataluña por la serie de animación “Arròs covat”. Eva se recibió con gran expectación en el Auditori del hotel Gran Melia de Sitges por un público ávido de algún producto de la tierra novedoso tal y como prometían las imágenes de los trailers de EVA. Para nosotros fue un visionado agradable, correcto formalmente, un relato clásico con vocación de entretenimiento que seguro cumplirá con su misión pero hay que decir al tiempo que se trata de un relato conformista, que no arriesga y que está concebido para ocupar el lugar de la corrección estilística de manual de escuela.
Maillo construye un relato dramático que se fragua con una estructura narrativa circular que para nada favorece el resultado de conjunto al empezar por el final, sobretodo ayudado por un horrible montaje. Una fábula que avanza con el virus de la derrota solo empezar por diversos motivos como el propio título de la película “EVA”, desafortunado donde los haya y que empiece por el final. Estos elementos van a hacer que una vez sepamos de que va la película, sobre inteligencia artificial, dilucidemos qué es lo que va a ocurrir con extrema anticipación desmoronándose las pretendidas sorpresas que irán aconteciendo. Asombra que este guión repleto de erratas dignas de un escritor novato sea obra de cuatro veteranos como lo son Sergi Belbel, Cristina Clemente, Martí Roca y Aintza Serra que perseveran en vincular Eva con los grandes relatos de la ciencia ficción con constantes referencias a grandes Mad Doctors como el Dr. Victor frankenstein, “A.I.” de Spielberg o a los relatos de Asimov.
Eva es ante todo una historia de amor por el trabajo, la pareja, la familia (todo ello truncado). Melodramática y muy emotiva dispara a los sentimientos de los espectadores para cazarlos con una red lacrimógena que no acaba de convencer, entre otros motivos porque pese a tener unas interpretaciones correctas los personajes no llegan a emocionar, las aproximaciones interpretativas de Marta Etura y Daniel Brühl quedan descafeinadas. Pese a todo hay que destacar la interpretación de Lluís Omar en su papel de mayordomo androide con sus diversos registros de afecto que transmite de manera sutil y divertida, así como a la exquisita protagonista de este relato fantástico, Claudia Vega que interpreta su primer papel con soltura, resolución y frescura. Hay que subrayar la fotografía gélida que refleja con precisión el ambiente natural pero también el anímico de los personajes así como los inusitados efectos visuales de los que hace gala y de los que no abusa en absoluto, que aparecen perfectamente integrados en la narración.
Este relato futurista que plantea temas como los límites de la ética en la ciencia, el deseo de hacer eterno aquello que se ama, los miedos al frenético desarrollo en que se desenvuelve la sociedad actual, la soledad y los límites de la humanidad se queda en un retrato superficial que apenas si ahonda en estas cuestiones que podrían ser realmente interesantes.
Película: Eva. Dirección: Kike Maíllo. País: España. Año: 2011. Género: Ciencia-ficción, drama. Interpretación: Daniel Brühl (Álex), Claudia Vega (Eva), Marta Etura (Lana), Alberto Ammann (David), Lluís Homar. Guión: Sergi Belbel, Cristina Clemente, Martí Roca y Aintza Serra. Producción ejecutiva: Sergi Casamitjana, Aintza Serra y Lita Roig. Fotografía: Arnau Valls Colomer. Montaje: Elena Ruiz. Diseño de producción: Laia Colet. Vestuario: María Gil. Distribuidora: Paramount Pictures Spain. Estreno en España: 28 Octubre 2011.