Si ayer en Pequelia te contábamos que las infecciones de oídos eran una de las enfermedades más comunes en los bebés, y te dábamos las razones que existen científicamente para que esto sea así, hoy seguimos hablando de dolencias frecuentes en los pequeños, y nos quedamos con la que debe ser la segunda que más incidencia tiene en menores de 24 meses. Nos referimos a los resfriados y a las gripes, que aunque no tienen porque desencadenar nada grave y pueden a veces curarse sin apenas tratamiento, sí que hacen que tu bebé esté más irritable y pueden ocasionar la falta de apetito o de descanso.
El problema que tienen los resfriados y las gripes en los bebés es la misma razón por la que se contagian muchas más veces a lo largo de un año que los adultos. De hecho, la estadística nos indica que mientras por norma general los adultos sufrimos de algún proceso gripal o resfriado unas dos o cuatro veces al año, el promedio de los niños es de seis a diez. Y en el caso de los pequeños que asisten a guarderías, la cifra se puede llegar a disparar has los doce anuales. Todo esto se explica por su sistema inmunitario, que todavía está en pleno proceso de desarrollo y no es capaz de responder al ritmo que el de un adulto.
Detectar un resfriado en un bebé pequeño no es algo tan sencillo, ya que los síntomas se pueden confundir con los de una alergia o con otras enfermedades. En todo caso, debes estar atento al goteo continuado de la nariz, a la fiebre, a estornudos y a una tos leve. En caso de que se trate de un proceso gripal común, lo más habitual es que el niño no presente grandes cambios en su comportamiento, aunque esto también depende en gran medida del carácter de cada pequeño en particular.
Para ayudarte a distinguir los resfriados más comunes en los bebés de la influenza, o alergias, debes tener en cuenta que un resfriado se desarrolla gradualmente y se pasa en unos diez días. La gripe suele tener un inicio mucho más brusco, mientras que en el caso de las alergias, entre los síntomas que comparten con el resfriado no se encuentra ni el proceso rápido de éstas, ni tampoco causan por norma general fiebre en el pequeño.
¿Cuántos resfriados has ya pasado con tu peque?
Imagen: Carolina L. Llano