Ubicado en un área de 243 hectáreas en el Canyon Point, al sur de Utah el exclusivo hotel Amangiri Resort es perfecto ejemplo de integración de la arquitectura en un paisaje natural. Su diseño es resultado de la colaboración entre los arquitectos Marwan Al-Sayed, Wendell Burnette y Rick Joy.
El hotel se ubica en un valle de formaciones rocosas en pleno desierto navajo (zona conocida como las 4 Esquinas por su emplazamiento geográfico), formando parte del paisaje rocoso que constituye el Gran Cañón, en uno de los paisajes más famosos de EEUU.
El hotel se integra con armonía en el paisaje de arena y piedra gracias a través de los tonos naturales, los materiales y las texturas. Una reinterpretación de la arquitectura nativa india que respeta al máximo el medio ambiente, convirtiendo a la naturaleza en la verdadera protagonista del proyecto.
Un diseño simple en apariencia, en el que el complejo se construye a partir de grandes bloques de hormigón que parecen tener movimiento mientras que sus colores cambian según la incidencia de la luz en cada momento del día. El hotel se presenta tanto como un conjunto de elementos exentos, como una prolongación natural de la geología del paisaje.
El complejo está construido al rededor de una enorme piscina central que abraza el acantilado, que a su vez termina en un jacuzzi en la base de la pared rocosa. Su arquitectura se divide en diferentes pabellones…
Dos alas residenciales que apuntan hacia el desierto contienen 34 suites. Desde cualquier punto de todo el complejo, los huéspedes pueden disfrutar de las vistas. Suelos de piedra blanca, acero, curo, maderas naturales…materiales nobles que se unen para conjuntarse en acabados de diseño