Al decir La Punta sin más es posible que muy poca gente relacione este nombre con el de un restaurante en Sitges. Por lo menos, relacionarlo con el que os vamos a hablar. Primero debemos tener en cuenta que no nos referimos a un restaurante a pie de calle en el centro del pueblo y, segundo, que hablaremos de uno de los espacios gastronómicos del Hotel Dolce Sitges: Restaurant Terrassa La Punta.
Dicen que en Sitges hay un microclima y el Hotel Dolce Sitges lo sabe. Y saca el máximo provecho de él. Para ello combina grandes espacios exteriores con cinco piscinas (cuatro exteriores y una interior que forma parte del spa) con diferentes formas y profundidades, solariums y amplios jardines para celebraciones.
El hotel es grande, con 236 habitaciones y 37 salas de reuniones de diferentes capacidades que pueden servir como salones para banquetes en el caso de grandes eventos como bodas. Las dos zonas están divididas en dos edificios que forman el complejo y que se comunican interiormente sin que sea necesario salir al exterior para ir a la habitación o al lugar de reunión. Una fórmula que posibilita dos ambientes aplicando el "juntos, pero no revueltos".
Vamos a centrarnos en uno de sus espacios en los que poder comer: Restaurant Terrassa La Punta.
Es uno de los siete espacios gastronómicos del hotel. Debemos decir que el espacio se comparte con el restaurante Esmarris, pero no su oferta gastronómica, ya que ésta cambia dependiendo la hora del día en que lo visitemos. Restaurant Terrassa La Punta tiene su turno todos los mediodías entre las 13h y las 16h y da paso a Esmarris con una propuesta más gastronómica por las noches.
Es un restaurante pensado para disfrutar, además de su cocina, del aire libre y de sus vistas al campo de golf. Su terraza, amplia y muy tranquila, la convierte en un lugar ideal para disfrutar del buen tiempo sin los inconvenientes que puede tener un velador a pie de calle a la hora de comer. La discreción del lugar y la distancia entre mesas son idóneas para acomodarse y relajarse, así como para mantener ciertas coversaciones a salvo de oídos indiscretos.
A la hora de comer, su propuesta se decanta por ofrecer una cocina mediterránea en la que potencia el producto de temporada en diferentes formatos.
Por un lado, en su carta, encontramos una sección llamada "entrantes de temporada" que variará dependiendo de la época del año en la que lo visitemos. Es habitual encontrar platos típicos de la zona o elaborados con productos de proximidad como el Xató de Sitges, una crema de calabaza asada con naranja, cardamomo y pintada en escabeche o una sopa de pescado de roca con buñuelo de bacalao, hinojo a la parrilla y tostada de alioli al azafrán. Todos ellos evidencian el interés por la gastronomía del entorno.
Mensualmente el protagonismo lo toma uno de los productos en concreto con el que elaboran un menú especial. En otoño, por ejemplo, podía degustarse un menú dedicado a la castaña en el que se podían elegir diversos platos a elegir entre dos entrantes (una coca de olivas o un canelón) , dos segundos (solomillo de cerdo o lubina), uno de carne y otro de pescado y los postres. Quizá otro mes, es la gamba roja la que se luce con un arroz o formando parte de sus segundos consiguiendo así un mar y montaña bastante seductor. El menú sirve raciones bien completas, nada escasas, sino más bien lo contrario y que justifica sobradamente el precio de 30 €.
En la carta también se ofrecen tapas para compartir por si apetece algo más informal. Un buen plato de jamón nunca falla, igual que unas croquetas caseras o unas buenas bravas que se encuentran con la competencia de sus pimientos del Piquillo rellenos de centollo con guiso marinero suquet ligero de ñora o los Sevillanos con fritura de cerveza artesana y mahonesa de cítrico.
Para los vegetarianos, siempre habrán un par de propuestas bien identificadas que irán respondiendo a la temporada en que lo visitemos. Para sus platos principales encuentran el equilibrio entre la carne y el pescado con sugerentes nombres en los que podemos apreciar la combinación de ciertos ingredientes que llaman la atención como su Carrillera de cerdo ibérico con higo, queso Mascarpone y puré de colinabo o el Carré de cordero asado con atadillo de trinxat de la Cerdaña y salsa de menta. Otras propuestas como la Merluza de palangre con salteado de espinaca tierna, rebozuelo y crema de boniato asado siguen una línea marcada y firme en consonancia con su filosofía. Dependerá de la época del año en que visites
La repostería también es elaborada por ellos, y seguramente nos toparemos con sus vasitos. Un tentador cajón en el que se ofrecen postres elaborados diariamente que van cambiando de sabor. Podremos encontrar sabores mezclados poco corrientes como el tiramisú de melocotón, la espuma de brioxe con pistacho o la piña colada.
Vale la pena una desplazarse a Restaurant Terrassa La Punta. Sea porque estás hospedado en el Dolce Sitges o porque te apetece saborear una buena comida bien hecha en un entorno único, merece la visita.
Restaurant Terrassa La Punta de @dolcesitges: producto y gastronomía local Click to Tweet