Revista Bares y Restaurantes
Restaurante Abrasador Casa Pepe, Carrión de Calatrava (Ciudad Real).
Muy cerca de Ciudad Real se encuentra este muy buen restaurante. Ofrece una carta variada donde platos y recetas de vanguardia se combinan a la perfección con cortes preparados en horno de brasa. Está situado a las afueras de Carrión de Calatrava y se accede por la N 430. Tiene amplia zona de aparcamiento y cuenta con habitaciones. Un lugar relativamente escondido pero que bien merece la pena hacer el esfuerzo de encontrar y en el que disfrute de una gran experiencia gastronómica, el pasado Miércoles 10 de Mayo 2023
Lugar con solera, castizo, bien decorado, con un personal muy cualificado, de buen trato y de servicio muy profesional, con buena materia prima y con un equipo tanto de sala como de cocina todo ello muy acorde al que se puede esperar en un lugar premium, en el que esperas que todo esté en su punto.
Dispone de numerosas posibilidades, varias salas, disposiciones de mesas ideales para tratar asuntos discretos, también tiene una amplia y acogedora terraza o amplios comedores... todo ello a gusto del consumidor. Por supuesto, no le falta una buena carta de vinos en la cual podemos disfrutar de una muy cuidada selección... Se nota que aquí se respira alta gastronomía por todos sus rincones.
Uno de los primeros primeros entrantes, jamón ibérico de bellota cortado a cuchillo, es algo que nunca falla... y que todavía no he encontrado a nadie que me diga que no le gusta.
Seguidamente, cazuela de pisto manchego y huevo frito, acompañado de pan de pueblo con aceite artesanal de oliva virgen extra variedad arbequina, de un productor local.
A continuación, mollejas de cordero lechal fritas con ajos y pimientos del padrón. Un plato típico de la región manchega, bocado fino y delicado, de conjunto realmente exquisito.
Para terminar, también par compartir al igual que todos los platos citados anteriormente, un magistral lechazo asado a baja temperatura al horno de leña, crujiente, meloso y muy sabroso, bocados exquisitos, uno detrás de otro.
Y todo, por supuesto bien acompañado con un vinazo de Bodegas Corrales Espinosa, Tinto de uvas tempranillo con 14 mese meses de crianza en barrica, procedentes de viñedos viejos guiados en vaso, cultivados en un estricto secano que han sido capaces de aguantar los calurosos veranos. Viñas plantadas en 1950, en la llanura alta a 740 metros s.n.m., en terrenos pobres calizo arcillosos, también llamado ‘Calar’.
Ya estoy deseando volver a este magnífico restaurante, para descubrir otras propuestas que se quedaron pendientes... Si eres un amante de la buena mesa, toma buena nota de este lugar. Es un imprescindible.