Revista Bares y Restaurantes
Restaurante d´Vijff Vlieghen - Five Flies en Amsterdam (Holanda)
El restaurante d´Vijff Vlieghen o Cinco Moscas, se halla instalado en cinco edificios del siglo XVII que están unidos entre ellos. El nombre de este restaurante situado en la calle Spuistraat, 294 de Amsterdam, hace referencia al primera habitante de una de las casas, Jan Janszoon Vijff Vlijghen, y tuvimos la oportunidad de disfrutar de una excelente cena el Lunes 19 de Noviembre de 2012, junto un grupo numeroso de buenos amigos españoles.
El restaurante d´Vijff Vlieghen es la obra de toda una vida de Nicolaas Kroese, un ciudadano de Amsterdam fallecido en 1971. Este comerciante en obras de arte y antiquario abrió en 1939 un local de degustación en el que sus clientes se deleitaban con los vinos franceses y húngaros, la cerveza Amstel y la agradable charla de su propietario. Con la ayuda de su madre, Hendrina, el local de degustación creció hasta llegar a ser una casa de comidas.
Con la publicidad que Nicolaas Kroese le daba al restaurante, cada vez era mayor la cantidad de público que allí iba.
Este excéntrico personaje fue en 1948 a Broadway con un coro del siglo XVII y Cinco Moscas de Cobre y de este modo llamó la atención de los medios de comunicación de América. Entre su famosos comensales y clientes se pueden citar a innumerables estrellas de cine, compositores y escritores, entre ellos Walt Disney, John Wayne, Gary Cooper, Goldie Hawn, Bruce Springsteen, Kirk Douglas, Orson Welles, Mick Jagger, Mikhail Gorbatsjov...
Todas las sillas del restaurante que fueron ocupadas por personalidades relevantes, tienen una placa de cobre con el nombre del huésped famoso que en su día la ocupó. El D’Vijff Vlieghen es uno de esos lugares que al menos se debe visitar una vez en la vida. Fue aquí en este restaurante donde se firmó la venta de la isla de Manhattan (New York, USA) por parte de los indios a los colonos holandeses.
Nicolaas Kroese imprimió su sello en el establecimiento y se puede apreciar en la rica decoración de su interior. Este restaurante en la actualidad dispone de nueve salas que se hallan unidas entre ellas pero cada una está decorada en un estilo diferente.
En todas se respira el ambiente de oro. Extraordinaria es la sala Rembrandt en la que las paredes está decoradas con 4 aguafuertes originales del maestro holandés. En la sala de Cabalerros, cascos y armaduras nos recuerdan a la guerra de los ochenta años contra España durante la Guerra de Flandes. La sala de Cristales dispone de una única colección de cristal tallado a mano del siglo XVII del glorioso pasado de la Compañía de la Indias Orientales y la sala de los Novios con un ambiente íntimo debido al entarimado del siglo XVIII.
El restaurante es prominente debido a la Nueva Cocina Holandesa. El Chef de Cuisine se han inspirado en la rica historia culinaria Holandesa como punto de partida sin perder de vista el gusto de hoy en día... Y para comenzar a abrir boca, una vez sentados nuestro amable camarero nos sirvió una rica cerveza pilsner de elaboración artesana, junto a unos deliciosos panes variados recién horneados y una cremosa mantequilla que nos sirvió de aperitivo hasta que ya rápidamente se nos sirvió el primer entrante, un Crema y Crujientes delicadamente presentada y elaborada a partir de Tomate con Berenjena, Caviar, Aguacate tipo Has tostado, Mayonesa Vandouvan y Queso de Cabra... formando una deliciosa combinación de texturas, aromas y sabores.
El siguiente entrante fue un Jamón de Cordero con Berenjenas asadas, Alcachofas crujientes, Ensalada con Espárragos y Avellanas, Compota de Cebolla Dulce, Revuelto de Trufas y Mayonesa de Alcaparras. Con una presentación exquisita, aromas suaves, textura fina con un sabor intenso, un plato muy interesante gracias a su enorme variedad de pequeños detalles que le permiten transmitir al comensal, todas sus enormes cualidades.
Seguidamente, fue el turno del pescado, Bacalao Joven Asado en Miga, con Granos de Cebada pelada, Espárragos Verdes, Salsa de Apio de montaña junto a una Salsa de Gambas Holandesas. Un plato muy interesante, fino, elegante y a la vez coqueto, con una combinación ingeniosa y múltiples sensaciones tanto en aromas como en sabores.
El plato principal fue tal vez un poco decepcionante desde el punto de vista estético pero una vez en boca se contradijo plenamente y volvió a dar una vez mas la razón a la calidad de los fogones y la buena mano del Chef... Pechuga de Perdiz de Corral de Güeldres con lardo de Colonnata, Crema de Calabaza Vinatera y Altholva, en Salsa de anís estrellado, sobre finas láminas de Trompetas de la Muerte y patatas.
Para culminar tan atractiva cena, llegó la hora de disfrutar en primer lugar de una Selección de Quesos Holandeses acompañados de un par de cortadas de Cake de Frutos Secos y seguidamente se nos sirvió una delicada Mousse de Chocolate Espresso con Sorbete de Cerezas, Coco Crujiente y Sirope de Especias de La Cia Holandesa de la Indias Orientales.
Desde Enogourmet, queremos recomendar con especial interés este restaurante, ya que vale la pena ir solo por remontarnos a varios siglos atrás. El servicio es impecable, muy profesional y con grandes dotes de simpatía que proporcionan un ambiente acogedor y muy cercano. Un lugar imprescindible para todo aquel que vaya a visitar esta hermosa ciudad europea.