Revista Cocina

Restaurante El Brote: las setas elaboradas por manos expertas

Por Lagastroredactora @lauraelenavivas

¿Os acordáis que hace poco finalicé un post sobre setas mencionando que había ido a un restaurante especializado en este alimento? Pues hoy voy a contaros mi experiencia en El Brote de Madrid

Eso sí, como yo no quiero ser el típico blog de gastronomía que cuenta cronológicamente los platos que le sirvieron (mis respetos para estos blogs, pero es que ya hay muchos así y no me quiero perder entre el montón) yo lo que haré en esta entrada es mostraros para empezar las imágenes de las impresionantes raciones que nos tomamos esa noche del 4 de diciembre del año que recién terminó:

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Alcachofas rellenas de boletus

Níscalos con manitas de cerdo deshuesadas

Níscalos con manitas de cerdo deshuesadas

Rebozuelos, guisantes lágrima y frutos rojos

Rebozuelos, guisantes lágrima y frutos rojos

                           

Trufa blanca....

Trufa blanca….

Estas fueron las cuatro raciones que nos tomamos, cada una más impresionante que la otra, ¿por qué impresionantes? porque en El Brote lo importante es el producto, que es la seta principalmente, y que Eduardo, el dueño del local, recolector profesional y fanático absoluto de las setas (solo tenéis que verlo y oírlo hablar del tema), se encarga de que cada uno de los tipos que ofrece sea de la mayor calidad; mientras que Pablo, el chef, se ocupa de crear combinaciones con otros ingredientes cuidando siempre de que no se pierdan los sabores primarios sino más bien que se potencien con las mezclas que realiza en sus elaboraciones. Y eso, eso sí que es complicado de lograr.

El plato de los rebozuelos por ejemplo, si os fijáis en la foto, ofrecía unos cuantos ingredientes puestos en la bandeja (rebozuelos, guisantes, frutos rojos, incluso una pasta de avellana que está al fondo y no se ve bien), pero en la presentación cada uno conserva su individualidad para que los comensales los pudiésemos probar solos y combinados… Los sabores en la boca os aseguro que resultan sorprendentes, por las cocciones, por las uniones, por los matices y por el descubrir las diferentes setas con sus sabores, sus olores y sus texturas.

Luego si a este disfrute culinario le agregas una atención esmerada a cargo del mismo Eduardo y su equipo, presta siempre a explicarte detalles sobre el fascinante mundo de las setas y de la dinámica de este particular espacio que por razones obvias no tiene una carta física sino que cambia a medida que varía el producto durante el año; y un local pequeño y acogedor perfecto para una cena íntima en pareja o con amigos, se entiende entonces por qué para poder sentarse a la mesa de este restaurante hay que llamar con antelación puesto que siempre están llenos. Tan llenos que, según nos contó Eduardo esa noche, en febrero cerrarán para buscar un lugar más amplio.

Soy de las que piensa que en los pequeños detalles bien hechos es donde las cosas se hacen grandes y exitosas, y aquí cuento una anécdota de nuestra experiencia en El Brote que a mi parecer ilustra este principio: la primera vez que quisimos ir, unas dos semanas antes de esta fecha, nos aproximamos sin reserva, llegamos a la calle Chile, donde se encuentra, muy temprano para conseguir mesa, nos acercamos a la fachada y vimos que estaba cerrado pero con el personal dentro preparando todo, nos quedamos mirando hacia el interior curioseando un poco, y vimos de pasada que uno de los chicos nos miraba desde dentro. Cuando ya nos disponíamos a irnos con el objetivo de volver un rato después para preguntar si podíamos cenar ese chico salió a saludarnos y decirnos que no tenían mesa disponible para esa noche ni en todo el mes, pero que pasáramos un momento a conocer el local y contarnos un poco lo que hacen. El chico era Eduardo. Conversamos y le contamos que queríamos comer allí pero que solo podíamos los martes por la noche debido a nuestros horarios de trabajo y a los del local, entonces le dijo al chico que estaba en la barra que nos anotara en la lista de espera que tenían pero señalando a un lado que nos dieran prioridad si cancelaban una mesa un martes ya que no podíamos otro día, y así fue que nos llamaron el 4 de diciembre.

Os dejo con una foto de sus creadores, Pablo a la izquierda y Eduardo en el centro (el de la derecha es mi chico, no tenía una foto con ellos dos solos), ¡apuraros si queréis probar sus recetas e intentad reservar antes de que cierren!

la foto

Feliz finde!

PD: El nombre del plato de la última foto esta incompleto, el ingrediente principal era la trufa blanca, que se ve en primer plano, pero no recuerdo lo demás y olvidé anotarlo, siento el fallo

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