El primer post de mis "Gastroexperiences" empieza por todo lo alto. Hace aproximadamente un mes fue mi cumpleaños, y uno de los regalos de mi chico fue una comida en el Restaurante L'Arbequina. Fundado en el año 2000 por el chef Modesto Fabregat, aúna tradición y creatividad, calidad y modernidad, por lo que desde hace tiempo es uno de los restaurantes más conocidos de Castellón. La verdad que estuvo a la altura de lo que esperábamos, salí muy contenta, con ganas de repetir y con la sensación de haber disfrutado, ya que tuve la responsabilidad (y satisfacción) de elegir tanto el tipo de menú como el vino.
Mi elección fue el "Menú Degustación", que se compone de un aperitivo, dos entrantes, pescado, carne, pre-postre y postre. Además, elegí como vino "Bosque de Matasnos", un tinto de Ribera del Duero que ya había probado anteriormente pero que me encantó. Y me sorprende muchísimo que no os haya hablado de él en el blog, así que ya tengo una entrada pendiente para vosotros en los "Viernes de Vinos".
El aperitivo, además de un pan exquisito con aceite de oliva, fue una crema de alcachofas con mejillón y aceitunas. Me gustan los lugares que apuestan por productos de proximidad y de temporada, por lo que disfruté esta crema, y como hacía frío, agradecimos un plato de caliente.
El primer entrante fue un cebiche (o ceviche) de boquerón, fruta y verdura de temporada. Si me seguís desde hace tiempo sabréis que soy una enamorada del producto crudo o macerado en todas sus versiones: carpaccio, steak tartar...y este fue el plato que me conquistó de L'Arbequina. Sí, en el segundo plato ya me tenían conquistada. El sabor del boquerón con la naranja es indescriptible, ¡qué buena mezcla! Y la presentación del plato era más propia de una obra de arte que de un restaurante. ¡Un 10!
El siguiente aperitivo fue un salteado de alcachofas, navajas, salsa de curry verde y vieira. Uno de los platos que más le gustó a mi chico, y es que las alcachofas en esta época, si están bien hechas, son una delicia.
Pasamos al pescado, una corvina tostada en su parte superior, ese toque me gustó mucho porque le dio al plato un sabor especial. Las verduras de temporada estaban en su punto, el pescado no estaba para nada seco y disfrutamos también. Pero yo esperaba con ansia la carne, que es mi plato favorito de todos los restaurantes...
El muslo de pintada relleno de setas, trufa y chips de boniato fue una maravilla. Así, tal cual os lo describo. Y con el vino tinto se fundía en un festival de sabores que todavía recuerdo un mes después...la trufa estaba presente pero sin quitarle el protagonismo a la carne, todos los ingredientes formaban un equipo del que el chef se puede sentir bien orgulloso.
El pre-postre fue una crema de limón con frutos rojos, que también le encantó a mi chico especialmente. La salsa de frutos rojos estaba exquisita.
Y para terminar, un brownie de chocolate con helado de vainilla y crema inglesa, que nos acabó de llenar y nos dejó un muy buen sabor de boca. Parece que si no acabas una comida con chocolate hay algo que falla...¿verdad?
Fue un día para recordar y una experiencia fantástica. Después de haber visto la carta me quedan muchos platos por probar, así que ¡tendremos que volver!
L'Arbequina se encuentra en la C/ Bartolomé Reus, 35 (Castellón de la Plana). Recomendado por la Guía Michelín desde 2015 y galardonado con un Sol en la Guía Repsol desde 2007.