Restaurante Maximus Steackhouse, en Amsterdam (Holanda)
Situada en Max Euweplein 27-29, justo al lado del conocido "Hard Rock Café Amsterdam", y en el que fui a cenar el Domingo 23 de Noviembre 2014, para celebrar el día de mi cumpleaños fuera de la zona turística. Este lugar puede considerarse como un lugar de paso habitual, para los residentes de esta ciudad. Sin destacar por su decoración lujosa, si que hay que valorar por su iluminación con suave tonalidad rojiza y por un ambiente muy acogedor. La sala estaba decorada con un estilo muy moderno y la cocina ofrece un espectáculo a la vista de todos los comensales que quieran interesarse por el modo en el que sus platos son elaborados.
Como viene siendo habitual en los países del norte de Europa, cuando vamos a un restaurante, el concepto es totalmente diferente al de España. Ya que solamente se tiene por costumbre de tomar un plato principal con su guarnición, si tener en cuenta que tenemos por costumbre pedir alguna tapa o algún entrante a modo de aperitivo.
Entonces y sin más preámbulos, no quedó otra opción que la de pedir una buena carne. Bien aconsejados por nuestro atento camarero, el filete de solomillo de ternera, elegido para esta ocasión, fue un inmenso regalo de cumpleaños, ya que no es muy frecuente poder encontrar sitios con esta excelente relación calidad precio. Un trozo de 350 Grs, tan jugoso y tan sabroso... por un precio inferior a 20 euros, no es algo que se deba olvidar con facilidad para cuando se tenga que buscar un buen sitio para cenar.
Por supuesto, es importante de saber que la costumbre española de comer pan, se ve rápidamente sustituida por la de tomar patatas fritas o también llamadas French Fries. Dicho acompañamiento, resulta omnipresente en todas las mesas de todos los restaurantes, no cabe duda que las patatas están muy buenas y bien tostadas, pero cuesta mucho al principio, tener que prescindir de algo tan básico para un español, como es el pan.
Tengo que reconocer que después de comerme este buen trozo de carne, no tuve más apetito para pedirme nada de postre... aunque una copita de Sambuca con su granitos de café, me ayudaron a hacer la digestión.
Un buen lugar que no quiero olvidar para poder volver en el futuro, ya que ofrece una muy buena relación calidad precio, y además no tienes los agobios propios de los restaurantes situados en los emplazamientos turísticos.