Revista Salud y Bienestar

Resultados del entrenamiento en DM2

Por Vivetudiabetes @Vivetudiabetes

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Siempre hablamos de diabetes tipo 1, pero muy pocas veces de la tipo 2. Por ello, y tras ver el trabajo que Diego realizó con un diabético tipo II para ver cómo afecta el ejercicio a la glucemia de estas personas, decidí publicarlo. Creo que es una semana perfecta para retomar la rutina del gim, ya que acabamos de pasar la Semana Santa y a más de uno le hace falta volver a controlarse. 

La Diabetes Mellitus es una enfermedad que puede verse rápidamente beneficiada por un programa de ejercicio físico bien estructurado.

El rápido efecto que éste tiene sobre la glucemia, hace que parezca magia, ya que en una sola sesión, podemos comprobar que la glucemia se regula a niveles normales.

Es por esto que he dedicado los últimos años a investigar sobre ello y a desarrollar programas de entrenamiento que produzcan las máximas mejoras en el menor tiempo posible.

Antes de comenzar a hacer ejercicio, hay que tener en cuenta que cada persona es diferente. Sería un error dejarnos guiar por recetas de entrenamiento que vemos en internet o por indicaciones básicas de libros o artículos; donde se enseña un sistema de entrenamiento igual para todo el mundo. Ésto debería servir únicamente como base a partir de la cual construir nuestro programa personalizado. De no hacerlo, caeremos en el error de considerar que lo que le viene bien a uno, le va bien a otro, no llegando a conseguir nuestros objetivos y cayendo en frustración y abandono de la práctica deportiva.

Siguiendo esta idea, muestro a continuación los efectos de los entrenamientos de una persona con Diabetes tipo II, a partir de una gráfica donde aparece el nivel de glucemia y las fechas de entrenamiento. En rojo se representa el nivel al que venía a los entrenamientos, normalmente irregular y alta en ocasiones. Sin embargo, con un entrenamiento de 1 hora, se regulaba y acababa con niveles cercanos a 100 mg/dl.

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El programa de entrenamiento que realizó fue:

Calentamiento general:

– Andando 5 minutos con intensidad creciente.
– Ejercicios de equilibrio estático aguantándose a un pie.
– Ejercicios de movilidad articular (cuello, hombros, cadera, rodillas).

Parte principal:

– Ejercicio aeróbico a una intensidad del 60-75% de la frecuencia cardiaca máxima, calculada a partir de una prueba ergométrica hecha por el médico especialista en cardiología. Comenzó el programa andando y a medida que iba mejorando su resistencia comenzó a trotar. En todo momento se controlaba el impacto para evitar posible riesgo de problemas con la retina y las articulaciones.
La intensidad del entrenamiento aeróbico se controlaba midiendo las pulsaciones del corazón con este pulsómetro.
– Ejercicios de fuerza globales como sentadilla, remo, peso muerto, flexiones, abdominales, ejercicios de hombro. Aparecen más detallados en esta guía. El total de series por entrenamiento eran 1-3 por ejercicio y entre 15-25 repeticiones.

Para controlar la intensidad de los ejercicios de fuerza se utilizó la siguiente escala. Comenzando el programa en el número 4 (fácil) y cada mes aumentaba un punto, finalizando el cuarto mes en el número 7-8 (duro).

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Vuelta a la calma:

– Estiramientos pasivos asistidos. Yo como entrenador, le ayudaba a estirar.

Como se puede observar, no hace falta hacer entrenamientos complejos para mejorar nuestra diabetes, pero sí es necesario tener todas las variables controladas para evitar riesgo de lesión o agravamiento de la enfermedad. Por tanto, considero necesaria la figura del entrenador personal que guíe nuestro entrenamiento, y que trabaje siguiendo las consideraciones de nuestro médico.

Os animo a que preguntéis lo que necesitéis, estaré encantado en responder.

¡Salud a tod@s!

Diego Moya Nájera – Director de www.entrenar.me
Doctorando en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
Entrenador personal. Especialista en salud.

Datos de contacto:
[email protected]


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