Revista Cocina
Así es, el momento de la vuelta ha llegado y también es bueno poder estar de nuevo en casa y poco a poco retomar la actividad habitual.
El verano ha sido intenso. Como recordareis Adrián nació en julio y desde entonces ya no hemos parado un segundo, hemos disfrutado todo lo que hemos podido de la paz y tranquilidad del pueblo (sí, yo sí tengo un pueblito bueno).
Siempre me parece que te transportas a otro mundo, con esa serenidad que te da el sentirte arropado por la familia, el poder desconectar de todo y vivir el momento sin pensar más allá.
Con el bebé hemos estado muy tranquilitos, una gran suerte, ya que una vez se pasó el bache inicial él ha sido muy bueno, así que estamos encantados.
Por su parte el fiera del mayor, con sus dos añitos, ha disfrutado todo lo que ha podido y más, espabilándose mucho con cosas que eran nuevas para él, aunque ha vuelto totalmente salvaje como es normal.
Volvemos a encontrarnos ...