Revista Medio Ambiente

Reto de agosto: una nueva rutina matutina

Por Valedeoro @valedeoro
salida del sol en el puerto de Mataro

Salida del sol visto desde el puerto de Mataró

Agosto es el mes más complicado para los hábitos. Entre vacaciones y viajes, playas y paseos parece que el país adapta un ritmo diferente. El horario de verano incita a dejar las cosas para otro día o directamente para Septiembre y la relajación generalizada se siente en las oficinas igual que en la calle. En resumen: hay una probabilidad muy alta de que todos tus hábitos cuidadosamente construidas se vayan al garrete. Y los míos también.

En vez de lamentarme por vivir otro derrumbe de hábitos, he decidido utilizar mi reto del mes para no perder del todo el hilo de lo que estoy haciendo. Así que aprovecharé los días más tranquilas para experimentar con mi rutina matutina.

El debate entero entre dormir y madrugar

En los blogs de productividad y desarrollo personal abundan dos recomendaciones:

  1. El sueño es sagrado y por lo tanto deberías dormir por lo menos ocho horas cada noche.
  2. Para tener éxito y ser feliz deberías levantarte a las seis de la mañana (o antes) para poder meditar, hacer deporte y realizar tu primera tarea importante del día antes de que se despierta el resto del mundo.

Ahora solo falta que alguien me explique como se hace esto en España, especialmente si quieres tener un mínimo de vida social. Es inviable que me vaya a dormir a las diez de la noche después de tragarme el último bocado de la cena, haciendo la digestión mientras me lavo los dientes. No funciona durante el resto del año y mucho menos en agosto cuando la playa invita a pasar la noche en vela con los amigos.

Rescatando la siesta

“Al pueblo que fueres haz lo que vieres.” Me adaptaré a la costumbre milenaria de la siesta. Aún así, mi decisión también tiene un trasfondo científico, o como mínimo experimental. Resulta que combinando seis horas de descanso nocturno con una siesta de 30 min tiene el mismo efecto que ocho horas de sueño seguido. Parece que el ser humano es “bi-fásico” en su descanso, lo que explica el bajón que quizás sientas después de comer. Aceptaré este bajón y lo aprovecharé.

[Nota personal: también investigué el fenómeno del sueño “polifásico” sin que el concepto me pudiera convencer. Si quieres leer un artículo que investiga la ciencia detrás de esta moda, te recomiendo este análisis (en inglés): www.supermemo.com/articles/polyphasic.htm]

Mi rutina matutina: madrugar, hidratar, meditar

Agosto es la oportunidad perfecta para probar si me funciona la combinación de madrugar con una mini-siesta. Así que me he diseñado una nueva rutina matutina que me ayuda a realmente levantarme a las seis (lo de irme a dormir tarde no lo tengo que practicar). Esta semana ya he hecho algunos experimentos, llegando a definir mi herramienta principal: la infusión en frío del té verde de sombra Gyokuro.

infusión en frio gyokuro
El té verde de sombra es uno de los tés con más alto contenido de teína. Aprovecharé esta característica para despistar el sueño matutino. Por la noche preparo la infusión en frío (1 cuchara de hojas de té de sombra con agua fria en un botecito de mermelada) para dejarla en la nevera. A las seis de la mañana me levanto, me bebo la infusión (después de pasarla por un colador) y me voy a meditar. Mientras medito, la teína hace su efecto, así que después de la meditación estoy relajada y con mucha energía para empezar el día y escribir / correr antes de que se levante el resto de la familia.

Y así podré disfrutar el resto del día con ellos, sin que el subconsciente me castiga por “no hacer nada”.

¿Cuál es tu reto de Agosto?


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