Ya estamos en Diciembre y es imposible ignorar que se acerca la fiesta del consumismo por excelencia. Las tiendas hace rato que están llenas de todo tipo de cacharros navideños. La publicidad marca el ritmo de la culpabilidad, porque sin la decoración perfecta, la cena perfecta, la casa perfecta y (por supuesto) el regalo perfecto serás un fracaso completo. Yo me aprovecharé tan solo de la parte positiva de esta energía, colocando las cosas en su sitio y atando cabos. Este mes me dedicaré a preparar el 2014 con calma y herramientas.
Los pequeños desperfectos interminables
Cada piso, cada casa, cada habitación los tiene: los pequeños desperfectos que habría que arreglar. Cada vez que abres la puerta del trastero te acuerdas de que habría que echarle algo de aceite. Siempre que cocinas te das cuenta que habría que cambiar el filtro del extractor. Este mes será para reparar, limpiar, cambiar y mejorar lo que te rodea. Haz una lista ahora y comprométete a terminarla hasta el final de este mes. Mi propia lista incluye entre otras: reorganizar el armario del recibidor, descubrir lo que se ha acumulado en los cajones debajo de la cama, revisar los tupperwares (porque sé que algunos ya están demasiados desgastados para estar ahí), limpiar los filtros del extractor, organizar el papeleo administrativo de la caja “para guardar”.
Saber lo que quieres recibir
Revisar y organizar tu casa con antelación muy oportuno para la navidad: sabrás qué pedir a las personas que insisten en regalarte algo. Mi madre estará encantada en saber que me encantaría una nueva pluma estilográfica, mientras el pobre afectado del Amigo Invisible estará aliviado al saber que con un buen cuchillo de cocina me hará más que feliz. Es una forma muy fácil de reducir la ocurrencia de los regalos innecesarios, y a ti te obligará a decir claramente lo que necesitas. Los juegos de adivinanzas y las indirectas (por más directos que sean) no funcionan. Ni con tu novio, ni con tu padre, ni con la vida en general.
Saber lo que puedes dar
Al revisar aquel armario de fondo es posible que encuentres además cacharritos que son perfectos para el Amigo Invisible de la empresa, para darle un obsequio a la vecina o para pasarlo a tu hermano. ¿Aquel florero que nunca utilizas irá perfecto en la estantería de tu tía? Regálalo con flores. ¿Los tres juegos de ceras para pintar siguen sin usarse? Pásalo a tu amiga creativa. Con un embalaje creativo nadie te acusará de reciclador profesional de regalos. O quizás puedes crear una tendencia para reducir el despilfarro que se avecina en Diciembre.
¿Qué arreglarás y organizarás este mes?