Revista Medio Ambiente

Reto de Mayo: el arte de ser (in)visible

Por Valedeoro @valedeoro

En Abril mi reto era no utilizar el móvil en encuentros sociales. Fue más fácil de lo que pensaba. Eso sí, pedí permiso para hacer fotos de las comidas en algunas cenas, ya que me encanta hacer recomendaciones con foto de los sitios me gustan. La experiencia del móvil en el bolso (y en silencio) me recordó dos verdades muy importantes para una vida más tranquila:

  1. Los mensajes no se autodestruyen si no les atiendes en seguida. De hecho, te esperarán hasta que tengas tiempo y tranquilidad de responderlas, ya sea ahora, dentro de 30 min o en dos días. Eres tú quién decide lo urgente que son.
  2. Tu buzón de voz es como una secretaria súper eficiente. Y si el mensaje es medianamente simpático, la gente te dejará un mensaje. Así podrás devolver la llamada más tarde con todas las respuestas preparadas y sin tener que abandonar a la conversa en media cena. De hecho, todos ganan.

Para Mayo quise plantearme algo más visible, más difícil, y más atrevido: no saldré de casa sin mi pamela (que con esta decisión ahora es parte de mis 33 prendas de esta temporada).

Saliendo de la zona de confort, con estilo

El responsable de mi decisión pamelística fue el cirujano que me quitó dos pecas de la cara y acto seguido me recomendó que no tomara sol directo hasta por lo menos Septiembre. Cuando voy a correr puedo trabajar con protector solar mineral, pero el resto del día sería mejor que me ponga una gorra cada vez que salga al aire libre. O algo parecido.

pamela
Me quedé con la idea del “algo parecido”, porque no me veo cara de gorra. Recordé que el año pasado me regalaron una pamela que combina bastante bien con mi selección de colores de esta temporada del Proyecto 333. Aún así, no es exactamente discreta. Más bien, es todo lo contrario. Llamaré la atención vaya donde vaya, ya sea por tenerla en la cabeza o en la mano (dentro de los edificios). Ya veremos qué tal lo llevo.

Incógnita y muy visible

La pamela me servirá de señal cuando tengo que encontrar a alguien, por ejemplo para entregar pedidos de Grinti en Barcelona. “Soy lá de la pamela”, eso funcionará hasta en la Plaça Catalunya. También me servirá para fingir que no he visto el coche que ahora sí me ceda el paso en el paso peatonal. El conductor no podrá decir que no me ha visto con el pedazo de pamela que llevo encima.

Estos primeros días han sido más fácil de lo que pensaba. Sigue siendo vigente el gran lema del “no eres tan normal como crees” y aún así (por suerte) a la mayoría de la gente no les vale más que una mirada curiosa cuando paso a comprar el pan.

¿Prefieres ser visible o invisible? ¿En qué situaciones?


Volver a la Portada de Logo Paperblog