Revista Arte

Retrato de madame pompadour-francois boucher

Por Arteameno

RETRATO DE MADAME POMPADOUR-FRANCOIS BOUCHER

ÓLEO SOBREE LIENZO-1756
ALTE PINAKOTHEK,MUNICH


En el Palacio de Versalles una pequeña escalera secreta en los aposentos del rey, conducía al segundo piso donde vivía Jeanne-Antoinette Poisson, marquesa de Pompadour.
Luis XV rey de Francia, biznieto del Rey Sol y sucesor suyo subía con frecuencia los peldaños para visitarla, desapareciendo de las reuniones de gabinete para visitar a su amante, los ministros mientras tanto tenían que permanecer allí, esperando hasta que el rey volviera, pues la etiqueta de la corte prohibía que abandonaran la estancia hasta que el rey estuviera presente.
Ingeniosa, culta y bella, es posible que Madame Pompadour fuera hija del caballerizo mayor de un duque. Fue la cuarta amante oficial del rey.
Las tres primeras amantes del rey, que se establecieron sucesivamente en la corte desde 1738, pasaban el tiempo dando fiestas a costa del rey y actuando de una manera que despertaba la indignación pública.
Madame de Pompadour era diferente. No tenían lugar bacanales en los aposentos privados de esa gran dama. Daba exquisitas y reducidas cenas en compañía del rey y las invitaciones eran muy codiciadas.
Además mantenía excelentes relaciones con la reina, la visitaba cada día, le llevaba flores y charlaba con ella, en alguna ocasión actuó de intermediaria entre el rey y la reina.
Sometiéndose al destino con discreta piedad, la reina, María Leszcyriska, permitió que Madame Pompadour ocupara su sitio junto al rey.
La burguesa, cuya ascendencia nunca se ha llegado a establecer satisfactoriamente, se convirtió en un poder detrás del trono de Versalles.
Cuando se trataba de nombrar funcionarios y ministros y tomar decisiones importantes, Luis XV siempre consultaba con su amante.
Por esta razón Francois Boucher que había sido su maestro de dibujo y era pintor de la corte, le hizo un retrato semioficial. Es probable que el sello y la carta aludieran a sus ambiciones políticas.
Las partituras que hay desplegadas a sus pies simbolizan el hecho de que era una cantante consumada.
La pequeña perrita spaniel se llamaba MImi y pertenecía a la marquesa.

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