Una película y una exposición en el Prado que abren una brecha en el silencio que existe alrededor de las mujeres pintoras entre el XVI y XVIII siglos.
Imagen extraida de la pelicula “Portrait de la jeune fille en feu”Retrato de una mujer en llamas
Con este post, vuelvo al cine de la mano de Céline Sciamma y su “Portrait de la jeune fille en feu”. Una película que me hizo palpitar y que me ha hecho sentir cercano a la intimidad de los dos personajes principales.
Una historia de amor ambientada en una isla de Bretaña de la Francia del siglo XVIII, entre una pintora y su modelo. Una película en la que no hay interpretes masculinos y que para mi, encuentra su máxima expresión visual, en las miradas de las dos protagonistas que evolucionan en el tiempo de acuerdo con la evolución de sus sentimientos, con una lentitud para nosotros inconcebible y que en cambio deberíamos volver a apreciar.
Una buena fotografía tanto de los paisajes marinos (últimamente han encontrado mucho espacio también en este blog), como de los retratos en el interior, contribuye a marcar los ritmos de este amor pasional e intenso.
La música no tiene mucho espacio en esta película, pero contribuye de manera determinante a que el doloroso, dramático y conmovedor final se haga desgarrador. “L’Estate” de las “Quattro Stagioni di Vivaldi” asume unos tonos altamente románticos, por la habilidad de la directora en casar la pieza musical, con unas imágenes de un doloroso amor que no puede encontrar su cauce. Nunca había percibido en “L’Estate Vivaldiana” el potencial de tristeza que puede trasmitir y que se dispara cuando la tormenta se desata en su parte final.
Retrato de una mujer en llamas permite conocer una realidad oculta: la de las mujeres pintoras de aquella época, especialmente retratistas, de las cuales se sabe muy poco o nada y que han tenido un rol importante en el desarrollo del arte.
Museo del PradoSofonisba Anguissola y Lavinia Fontana
Aunque se trate de dos pintoras que han vivido más de un siglo antes de la época en la cual estaba ambientada la película de Sciamma, en la Sala C (Edificio Jerónimos) del Prado (hasta el 2 de febrero) se puede visitar una interesante exposición sobre dos pintoras que supieron romper los estereotipos que la sociedad de entonces asignaba a las mujeres en relación a la práctica artística y supieron afirmarse y alcanzar un papel significativo en el mundo artístico de la época. Se trata de Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana.
Un bonito paralelismo entre la película y esta exposición en el Prado que se me dio casualmente y que me ha permitido conocer una dimensión toda al femenino del arte visual, contribuyendo a remover significativamente mi alma dormida.