Double Agent fue la cuarta entrega de la saga, un saga ya consagrada después de la primera trilogía.
Splinter Cell empezó como una especie de Metal Gear Solid realista que al final consiguió su propia parcela, con el sigilo como máxima y con una historia realista sobre terrorismo mundial nació una nueva estrella: Sam Fisher.
En la primera trilogía Fisher se había enfrentado a todo tipo de peligros siempre siendo el héroe de la función, pero esta vez Ubisoft estaba dispuesta a darle una vuelta de tuerca.
Octubre de 2.006, Splinter Cell: Double Agent aterriza en las tiendas, Sam Fisher ha vuelto. Pero en esta ocasión Fisher sufre un importante traspiés emocional por el cual pide a su agencia cambios para su siguiente misión, de esta forma Lambert y Grimsdottir lo infiltran, pero de una forma muy diferente.
Esta vez Sam es recluido en una cárcel de máxima seguridad donde deberá hacerse amigo de un importante criminal al que la agencia está buscando, después de una misión en la que ambos huyen con la ayuda de los compinches del blanco, Sam se une al grupo terrorista.
En esta entrega entra en juego el “sistema de confianza”, nuestra base de operaciones será el escondite de los terroristas donde deberemos hablar con ellos mientras pirateamos su red o informamos a nuestros verdaderos jefes, el problema está en que si nos portamos demasiado bien con uno de los bandos la barra del sistema de confianza se inclina hacia un lado y entonces termina la partida.
En cuanto a la jugabilidad, más de lo mismo, Sam responde perfectamente a nuestras ordenes, aunque la cámara sea ligeramente engorrosa en algunas ocasiones, contamos con infinidad de gadgets como en las anteriores entregas. En general no cuenta con demasiadas innovaciones notándose algo estancada la fórmula.
Los gráficos cumplen sin más, siendo bastante correctos, aunque con animaciones un tanto simplonas, sobretodo algunas, básicamente es el mismo motor de la anterior entrega, Chaos Theory.
El doblaje sí raya a gran altura, aunque lo mejor sin duda es la historia junto a la barra del sistema de confianza.
La banda sonora es de bastante calidad, muy ajustada a cada situación, nada que reprochar en este aspecto.
La inteligencia artificial de los enemigos tampoco está muy lograda perdiendo así parte de la inmersión.
Tiene una duración de unas 10 horas a parte de las partidas online, donde haremos misiones en grupos de dos que están bastante bien, que también se pueden jugar en red local en pantalla partida. Tiene una docena de modos, desde los clásicos Deathmach, Capturar la bandera u otros como las antes citadas misiones en grupo, eso sí, estas últimas no están disponibles en online.
En resumen, aunque Splinter Cell: Double Agent no estaba mal sí se notaba estancado, después de una trilogía excelente, esta cuarta entrega adolecía de falta de novedades, eso acompañado de unos gráficos reguleros para la época, la pobre inteligencia artificial y la escasa duración convirtió esta entrega en la peor de todas.
En ningún caso un mal juego aunque sí más disfrutable para los fans de la saga.
Double Agent fue la cuarta entrega de la saga, un saga ya consagrada después de la primera trilogía. Splinter Cell empezó como una especie de Metal Gear Solid realista que al final consiguió su propia parcela, con el sigilo como máxima y con una historia realista sobre terrorismo mundial nació… Retroánalisis de Splinter Cell: Double Agent Retroánalisis de Splinter Cell: Double Agent 2015-05-29 Jonatan LozanoGráficos - 85%
Sonido - 92%
Jugabilidad - 89%
8989%
Cuarta entrega de la saga Splinter Cell con un Sam Fisher vengativo infiltrado en una banda terrorista.
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