La radio te saca de la monotonía: “Atención: llamada por escándalo público en Aspen Falls, acuda agente Bonds”.
Agradecido por un poco de acción, pones la sirena y conduces hasta el idílico parque, donde, desde la ventanilla, puedes ver a un hombre en calzoncillos, subido a una roca, dando voces.
Coges la defensa y los grilletes y te diriges al sospechoso, que está asustando a todos los visitantes del lugar, pero no parece hacerte caso, hasta que, cuando intentas agarrarlo, te ataca por sorpresa. Pero años de entrenamiento y un manejo de la defensa ejemplar dan con sus huesos en el suelo. Esposado y con los grilletes puestos, lo llevas a comisaría, donde procedes a presentarlo a arresto.
Pero, un momento… cometiste un error durante la detención, y es que olvidaste registrar al detenidido. Sí, no daba la sensación de que en unos pequeños calzoncillos del color de un pastor alemán cupiera un cuchillo jamonero, pero cuando el detenido lo saca y te lo mete en las tripas te maldices por no haber seguido el procedimiento al pie de la letra.
En la vida real estarías bien jodido, pero, afortunadamente, en Police Quest 3 puedes cargar la partida. Otra vez.
Police Quest 3 / Sierra On-Line / PC
Sierra On-Line, la grandísima Sierra On-Line, publica en 1991 uno de sus mejores juegos. Y sí, muchos diréis que es Larry o King’s Quest V. Y yo digo que no, que el primero no pasa de una aventura divertida y el segundo es un juego sobrevalorado.
Pero a lo que estamos: Police Quest 3 es una aventura gráfica difícil y muy complicada, tanto que es casi imposible acabarla sin ayuda o mucha, mucha paciencia, pero es una de las aventuras gráficas que más te meten en el papel del personaje a base de una historia muy bien elaborada y unos personajes tremendamente carismáticos.
Para ponernos en antecedentes, a principios de los 90 las aventuras gráficas eran el género favorito de muchísimos usuarios de PC, y vendían a expuertas. Lucasarts estaba en pleno éxito: Monkey Island en 1990 y su secuela un año después la confirmaban como la compañía estrella en todas las encuestas. Pero antes que Lucasarts ya estaba Sierra On-Line, compañía propiedad del matrimonio Williams, que hacían aventuras gráficas de otra manera.
Seguro que es su último día antes de jubilarse...
Las aventuras de Sierra eran de un corte más adulto, como Larry (con contenido sexual y la mejor protección de copia de la historia) o Space Quest (lleno de referencias a la scifi), por no hablar de Police Quest (con truculentas escenas, como la de la cabeza en la nevera). Además, eran juegos difíciles, donde el jugador se podía quedar atascado y tener que volver a un punto anterior porque había hecho algo mal o ni tan siquiera lo había hecho, por no hablar de las mil y una formas de morir, y es que si no te han explotado las pelotas por una ETS, no has jugado a un juego de Sierra.
Es en 1987 cuando Sierra On-Line publica Police Quest, escrito por el ex-patrullero de carreteras Jim Walls, que aporta una mirada de conocimientos técnicos al juego y un sinfin de situaciones reales vividas por él mismo durante sus años de servicio.
El juego relata la vida de un policía, Sonny Bonds, policía en la localidad de Lytton, y como todo cambia al enfrentarse a un asesino llamado El Ángel de La Muerte. La principal característica es el uso de metodologías reales de la policía y su proyección en el juego para hacer avanzar la historia.
Pero movámonos hasta Police Quest 3.
Movámonos como sea, pero ASÍ no.
En 1991 Sierra ya usa el motor gráfico SCI, que permite juegos en 256 colores y un nivel de detalle muy considerable, incluyendo motion capture para los personajes. La interfaz, al contrario que el vetusto motor AGI, se basa en el completo uso de iconos, seleccionables en la parte superior de la pantalla, en un panel que sólo aparece cuando movemos el ratón a la zona, proporcionando así una superficie de juego de pantalla completa. De hecho, es posible seleccionar la acción deseada pulsando con el botón derecho y pasando por las distintas acciones, pero siempre es más eficaz la primera forma, porque detiene el juego y a veces la velocidad será clave.
Y con esta interfaz y sonido digital en algunos momentos, se publica Police Quest 3.
El Ángel de la Muerte ya ha muerto (¿ironía o spoiler?) y Sonny es sargento detective en Lytton, aunque actualmente echa una mano en tráfico. El día es absolutamente rutinario: un loco desnudo, un coche conduciendo a poca velocidad por la autopista, un conductor borracho… nada que no salga en cualquier episodio de Cops.
Pero al llegar la noche nuestro protagonista recibe una llamada: Marie, su mujer, ha sido atacada y acuchillada en el parking de un centro comercial y se encuentra en coma. ¿Estará relacionado el ataque con la reciente ola de asesinatos satánicos en Lytton?
Con vosotros: el loco de los calzoncillos, icono de los videojuegos.
Tras este inicio del juego, digno de un telefilme de sobremesa de Antena 3 da comienzo el verdadero juego. Sonny es trasladado a homicidios y comienza a investigar el caso de los asesinatos rituales, con su nueva compañera Pat Morales… que actúa de forma extraña en ocasiones.
A lo largo del juego nos veremos en situaciones de corte muy realista en las que debemos actuar como un auténtico policía, respetando el procedimiento y actuando como un agente de la ley (nada de disparar a las rodillas a los detenidos). Esta ambientación, unida a unos personajes muy carismáticos, crean un conjunto donde el jugador se siente a gusto y se identifica. Realmente uno quiere que llegue el momento del día de ir al hospital a ver a Marie, al igual que la sed de venganza está ahí, latente, pero controlada. Porque Sonny es, ante todo, un buen policía, de esos de las películas americanas con casa, jardín y perro.
Y eso es Police Quest 3: una aventura gráfica de investigación. Buenos puzzles, aunque a veces algo ilógicos, que se encadenan para dar lugar a una historia policíaca de corte muy americano, donde no hay zonas grises y todo es moralmente bueno o malo.
No es un juego que no tenga puntos oscuros que lo alejan de la perfección: las fases de conducción son tediosas y muy aburridas, y casi en el final del juego habremos de dibujar una figura geométrica sobre un mapa con una precisión al pixel para descubrir el escondite del asesino (un servidor estuvo una semana atascado), o algunos bugs ocasionales, pero el balance es muy positivo.
Si algo hay que destacar es algo clásico de los juegos de la compañía: la tremenda dificultad del juego que puede llevarnos a cargar la partida infinidad de veces, pues moriremos si no prestamos completa atención a las situaciones: por ejemplo, el manual nos deja claro que para aproximarse a un coche detenido hay que hacerlo por el lateral derecho del coche. Hacerlo por el izquierdo acabará, siempre, en atropello.
Ésto se soluciona manteniendo una partida salvada al inicio de cada día y estando dispuesto a jugar varias veces cada parte del juego.
Sí, es algo que puede desesperar al jugador más casual, pero el perseverante se verá recompensado con avances en la trama.
Meter la mano en la mierda ¡da puntos!
Y no sólo con avances… es un juego con puntuación. Sí, una aventura gráfica con puntos, como todas las de Sierra On-Line y algunas de las primeras de Lucasarts. En función de lo bien que lo hagamos iremos recibiendo puntos hasta un máximo de 450 (los 460 que indica el juego es debido a un bug que nos volvió locos a muchos buscando puntos perdidos), y os aseguro que sacarlos todos es el equivalente de entonces de los 1000G. Es algo de lo que se puede presumir.
En resumen, Police Quest 3 es una grandísima aventura gráfica que demuestra que había más gente haciendo aventuras que Lucasarts, a pesar de la obsesión del recuerdo colectivo. Sierra On-Line siempre fue una de las compañías favoritas de muchos de nosotros y Police Quest 3 uno de los mejores recuerdos de esa época.