Una vez más llegó el evento retro por antonomasia en nuestro país. Una nueva oportunidad de reunir a toda una panda de auténticos entusiastas con ganas de pasarlo bien y disfrutar de los videojuegos, arcades y ordenadores que nos han acompañado desde hace tanto tiempo. En esta ocasión RetroMadrid venía dispuesto a romper moldes, y aunque quizás haya sorprendido incluso a los organizadores, para nosotros es toda una satisfacción saber que más de 6000 visitantes acudieron a visitar las instalaciones del evento en el recinto Matadero de Madrid. Puede que también este éxito se haya vuelto en contra de la AUIC, ya que las energías y el tiempo que consumen en todos ellos a la hora de montar un ‘sarao’ de estas características no es moco de pavo desde luego, y a pesar de los problemillas que todos conocemos, lo único claro es que RetroMadrid funciona, atrae a miles de personas desde cualquier punto del país y deja con muy buen sabor de boca.
Dentro ocurrirán 'cosas'...
RetroManiac estuvo allí los tres días, en los que sus integrantes aprovecharon para disfrutar del evento (menos de lo que les hubiera gustado), charlar con muchos amigos, entrevistar a algún que otro ilustre conocido, y, en fin, cubrir de alguna manera lo que sucedía en aquella nave 16 de Matadero. Ayer os presentamos una original crónica de un amigo novato por estas lides, que nos acompañó y que quedó prendado con todo lo que se cocía en Madrid, y a partir de hoy os iremos ofreciendo cada día una nueva entrega de lo que vivimos en RetroMadrid, en primer lugar lo vivido en la feria, luego las impresiones de los expositores y la organización, las entrevistas con Azpiri y Pablo Crespo, y finalmente las decenas (¡cientos, miles!) de encuentros con tantos y tantos amigos que nos encontramos por allí. ¡Una pasada!
El siempre bienvenido taller de Vintagenarios de bote en bote
La tarde del pasado viernes comenzaba bien. Un viaje en AVE desde Málaga, cómodo y puntual, nos llevaba junto a Héctor de Fase Bonus, Dalma, Javi, Toni Gálvez y sus amigos Gaby y Rafa, hasta la capital con la premisa de disfrutar de una de las ediciones de RetroMadrid más completa, y la siempre deseable ocasión de reencontrarnos con viejos amigos y compañeros que de otro modo sería casi imposible hacerlo. Tras algo más de dos horas y media de viaje llegamos por fin a Atocha y como alma que persigue el diablo nos recorremos los túneles subterráneos de Madrid para coger el metro sin perder un segundo. El concierto inaugural había comenzado hace tiempo y teníamos ganas de asistir, o por lo menos intentar perdernos lo menos posible de la actuación. Después de la visita de rigor al hotel, cruzamos el Paseo de la Chopera y entramos en el ya conocido espacio cultural Matadero de Madrid, donde se celebra de nuevo RetroMadrid.
Los chicos de Crisis Alma dándolo todo
Ya antes de encarar la nave 16 se escuchaba en la lejanía los bits sonoros pasados por los circuitos de la GameBoy de ‘Super Busty Samurai Monkey’, un interesante grupo emergente del que desgraciadamente solo pudimos escuchar tras las bambalinas como terminaban sus últimos acordes ‘chiptuneros’, a la que siguió un largo aplauso de los asistentes. El grupo que cerraba aquella noche, ‘Crisis Alma’ tomaba entonces el escenario con la fuerza que dan sus guitarras y el ‘metal’ más desgarrador interpretando aquellos temas viejunos que tan bien han quedado grabados en nuestra mente. Albert y Marta, junto a su batería, ofrecieron un inspirado conjunto de reinterpretaciones de muchos juegos de Konami de los 80 y 90 para MSX, el ordenador que celebrará precisamente su onomástica en la feria. Tras haber trabajado en el proyecto ‘Crisis Alma Videogames series’ y debutar en la pasada RU de MSX en Barcelona, parece que estos chicos le han cogido la medida a las composiciones de los videojuegos dando como resultado unas versiones muy, muy interesantes.
La pantalla gigante proyectaba imágenes de juegos de MSX
Aprovechamos que el público estaba pendiente del escenario, para echar un vistazo a lo que habían dispuesto ya los organizadores en la nave que acogería a partir de la mañana del sábado la zona de expositores. Allí a la derecha se encontraban las mesas para albergar todo el material, algunos bartops, cajas de cartón y algunas sillas sumidas en la oscuridad esperando que al día siguiente hordas y hordas de entusiastas por el retro acabaran con las existencias de la expo. También estaba colocada ya la habitual vitrina que utiliza ASUPIVA para mostrar su impresionante colección de sistemas entre consolas y ordenadores, un punto de venta para adquirir los trabajos de los grupos participantes en el concierto, y al fondo, envuelta en la penumbra, pasando desapercibida y aún sin enchufar, el ‘oscuro objeto de deseo’, el mueble arcade personalizado de Maldita Castilla montado por la gente de Tovar y que serviría como trofeo para el ganador del torneo ‘speedrun’ que organizaban los chicos de Mondopixel, indi-o-rama y por supuesto la propia RetroMadrid. No pudimos evitar echarle un ojo con detenimiento al mueble y tomar algunas imágenes, a sabiendas que a partir del día siguiente iba a ‘sufrir’ de lo lindo…
La exposición podía verse desde el primer día
Juan Carlos (Adonías) hizo de perfecto anfitrión y nos atendió pacientemente y con gran entusiasmo a pesar de tener que estar pendiente junto al resto de la organización de todos los detalles de la jornada inaugural. Tras aquel precalentamiento y con el mal sabor de boca por no haber podido asistir a la primera actuación del concierto, nos marchamos del recinto para disfrutar más tranquilos de la cena en algún local de los alrededores, y prepararnos para la larga jornada del día siguiente. Sin embargo la noche todavía tendría una sorpresa más, y aunque aún no podemos desvelar nada, sólo os comentaremos que alucinaréis con lo que se está cocinando para cierto sistema de 16 bits en la retroescena española. Alucinareis…
El único momento de paz que vivió la máquina
El día siguiente amaneció despejado en Madrid. Tras la amenaza de lluvias de los últimas horas esta era una buena noticia para los visitantes que quisieran acercarse al Matadero durante el sábado. Nos acercamos una hora antes de que abrieran las puertas para ver que se cocía en el recinto y pudimos ‘colarnos’ para recorrer la sala, charlar con los expositores más madrugadores y encontrarnos con la gente de Tovar dándole los últimos toques a la recreativa de Maldita Castilla. Un botonazo más tarde y aquello comenzó a irradiar sabor viejuno a bareto de mala muerte con el juego de Locomalito corriendo a todo trapo en el monitor del mueble arcade.
Faltan los lásers y los focos de luz, pero ya os hacéis una idea...
Poco a poco comenzaba a acercarse la hora de apertura de puertas para el público en general, y la sala fue cobrando vida, con gente como Emere terminando de colocar todos los productos que traían, los chicos de Parlabytes encendiendo sus máquinas interconectadas con Sunset Riders, y la organización haciendo pruebas de vídeo y sonido en la parte dedicada a las charlas. A las once en punto comenzaron a entrar los primeros visitantes ávidos de compras y experiencias jugables, y casi sin darnos cuentas estuvimos rodeados por grupos de entusiastas a la caza de la mejor compra. Tras unos minutos y con la temperatura del interior subiendo a medida que pasaba el tiempo, la charla de Pablo Avilés (Asupiva) ‘Lo que siempre quisiste saber y no te contaron sobre la historia de las consolas’ comenzó con un poco de retraso sobre el horario establecido, imaginamos que para dar tiempo a los visitantes a inscribirse en las numerosas competiciones organizadas por la AUIC y que se celebraban junto a la recreativa de Maldita Castilla.
Los pinball tuvieron una buena representación en la feria
Pablo se detuvo sobre algunas curiosidades más interesantes en esto de la historia de los videojuegos, desde la decisión a partir de un error en la programación de Space Invaders de que la velocidad de bajada fuera creciente, hasta una partida impresionante del que será seguramente el mejor jugador de Tetris en el mundo. Nosotros al menos no veíamos ni siquiera caer las piezas de la máquina de Arika con aquella velocidad endiablada. Increíble. Lo cierto es que la charla de Pablo fue más interesante de lo que mostró la irregular asistencia en la zona. Muchos se perdieron desde luego un momento bastante original repleto de anécdotas.
Como ya es costumbre en el stand de Emere podía
encontrarse muchísimo material
No había tiempo para mucho más, y es que teníamos acordada con Azpiri una entrevista en el propio recinto, y ya veíamos como entraba con sus eternas gafas de sol en la nave del Matadero. Tras algunas fintas, dires y diretes, Juanma por fin le cazó y salimos fuera más tranquilos para pasar revista su enorme trayectoria con el lápiz en la mano. En el exterior la cola para entrar en RetroMadrid se hacía más y más grande, rodeando prácticamente la gran explanada que daba acceso al recinto, así que nos sentamos en un lugar un poco más apartado y mantuvimos con Alfonso una de las charlas más interesantes que hemos mantenido en estos tres días. Pronto publicaremos la entrevista en el blog para los seguidores del genial ilustrador madrileño.
Alfonso soportó estoico el frío de la mañana madrileña
Con el frío arreciando y Alfonso soportando las inclemencias del viento y nuestras preguntas, terminamos la entrevista, le agradecimos haberse dejado preguntar y dejamos que comenzara con las firmas de ilustraciones, libros, carátulas de juegos, etc. con los que muchos de sus seguidores le esperaban apostados en la mesa de la AUIC. Dicho y hecho, comenzaba una nueva mesa redonda, ‘MSX, más que estándar’ comandada por el incombustible José Andrés Gil (Konamito) que desgraciadamente no pudo acudir por problemas personales (¡ánimo!), y con la participación de Manuel Pazos (MSX Cartridge Shop) entre otros.
Diferentes modelos de MSX atrajeron la atención del público
El MSX era la estrella del evento así que aprovechamos el momento para darnos una vuelta en la exposición de máquinas y cartuchos bautizada como ‘MadriSX especial 30 aniversario’ y que podíamos ver organizados en vitrinas con parte de la historia de este estupendo ordenador. No podían faltar juegos como el genial Vampire Killer o el mítico Penguin Adventure, que brillaban con luz propia en esos cartuchos tan apetitosos, como tampoco pasaban desapercibidas algunas de las máquinas que allí vimos, desde el MSX1 más humilde hasta el TurboR pasado de rosca que hacia salivar al más pintado. Muchos recuerdos condensados en unos pocos metros cuadrados, sobre todo para todos aquellos que vivieron el MSX desde cerca.
Los cartuchos de Konami poseen algo especial
No había tiempo para el deleite ya que el deber nos llamaba. Segunda entrevista de la mañana, en esta ocasión con Pablo Crespo, director general de Game en España y que amablemente nos atendió en una cafetería frente al Matadero. La intención era hablar con Pablo acerca de los inicios de Centro Mail antes de convertirse en Game, y como una idea que surgió en un humilde local del Madrid más castizo consiguió convertirse en la cadena de venta de videojuegos más exitosa del país. Pablo, con un desparpajo que nos sorprendió bastante, también habló de la situación actual de la industria, las ventas y la diatriba entre segunda mano y la distribución digitales: “En las plataformas digitales se pierde, no lo puedes prestar, no lo puedes vender... y dentro de diez años, si el sistema ya no existe, ya no tienes nada. No es como una Megadrive. El cartucho de tu Megadrive lo tienes hoy, lo tienes mañana o lo tienes siempre”.
Pablo le echó un ojo al número 6 de RetroManiac
Pablo pertenece a un grupo de pioneros del videojuego en nuestro país, y por eso apoya eventos como RetroMadrid. Al igual que con la charla con Azpiri, pronto os ofreceremos la entrevista completa. Volvimos al recinto, donde en breve comenzaría una nueva conferencia, ‘Consolas y chiptunes, la gran alianza’ de Luis González, pero el hambre apretaba y el equipo presente de RetroManiac decidió darse un garbeo por el centro de la ciudad y reponer fuerzas. Aún quedaba una tarde repleta de muchas más actividades y sería el momento perfecto para hablar con los expositores, o eso esperábamos…
[¡sigue mañana!]