Revista Sociedad

Revisionamiento histórico: El porno, las zapatillas de Pitufina, y yo

Publicado el 18 febrero 2015 por Miyu Clementine @amy_blue

La primera vez que vi porno yo tenía una edad muy corta, tan corta que apenas sabía leer. Un verano encontré varias revistas viejas y me dispuse a ojearlas. En esas revistas aparecían pollas enormes y mujeres desnudas, todo el tiempo, todo el rato.

Mi padre compraba pelis porno a dos duros en los Encantes (para los que no seáis de Barcelona: Los Encantes es una especie de mercadillo enorme en el que venden casi cualquier cosa a precios bastante populares) para grabarme encima dibujos animados: True story, porque por aquel entonces las cintas vírgenes VHS eran muy caras y era mucho más barato comprar pelis porno malas a peso y acabar borrándolas: Ésto es un poco macabro, soy consciente, mis padres son bastante retorcidos, pero yo les quiero mucho; de modo que mi posterior contacto con el porno fue a través de una cinta de vídeo VHS en la que estaba grabado un capítulo de Los Pitufos, y os diré más: Recuerdo el nombre de dicho capítulo: Las zapatillas de Pitufina (pinchad AHÍ que os he puesto la primera parte de dicho capítulo en youtube, ésto ES IMPORTANTE para la trama (a ver, podéis NO ver el capítulo, no importa, he puesto el link porque es CURIOSO)), el caso es que habían varios capítulos grabados y ese VHS originariamente era porno, y entre capítulo y capítulo salía gente follándose, o tías haciendo striptease: Recuerdo especialmente esa cinta/capítulo porque había muchos trozos de porno y era impresionante todo (en realidad solamente se veían fragmentos de porno en ésta de Pitufina, en el resto no). Supongo que mi padre jamás hizo un revisionamiento histórico de lo que había grabado y no se dio cuenta, pero no pasa nada, se le perdona.

Años más tarde, yo ya era una jovencita de primaria *RISAS* ya sabía leer y escribir sin faltas de ortografía y guardaba con amor mi VHS de Las zapatillas de Pitufina, porque aparecía un tipo que nunca supe si era hombre o mujer, pero creo que conectamos, y creo que me vienen muchos TRAUMAS FREUDIANOS con los hombres por culpa de éste ser tan hermoso. BIEN, NO ES EL TEMA ESE HOY, EJEM, a lo que vamos, yo ya iba a primaria y estaban de moda las Spice Girls, y yo leía la NUEVO VALE (gran revista), y la Súper Pop, el caso es que la NUEVO VALE era la revista guarra, que nos obsequiaba con grandes secciones como La postura del mes, o relatos de quinceañeras contando la pérdida de su virginidad con todo lujo de detalles (años más tarde sabríamos que no escribían ésto quinceañeras reales, sino señoras menopáusicas que querían ser escritoras de literatura guarrilla), así que AHÍ viene mi primer contacto con la baja-literatura-erótico-festiva. El caso es que yo ya tenía una cultura de porno bastante ampliadita para ser una niña de los 90: Había visto revistas guarras, había visto porno en vídeo, había leído porno en la NUEVO VALE… Era una chica privilegiada!!! El destino de seguro iba a guardarme más cosas buenas! Añado que en esa época leí el libro Love Story, que me pareció pura mierda, pero que gracias a ese libro supe lo que significaba la expresión pasarse por la piedra a. Entrañable.

Por aquella época los chicos de mi clase estaban como locos con “el porno del Plus”, y era curioso porque tú lo ponías y en realidad no veías nada porque claro, el plus no emitía el porno en abierto, y ellos se esforzaban tanto en ver qué cojones estaba pasando en aquella escena…!!! Cuando comentaban la supuesta peli del Plus, yo les miraba en plan: Yo veo más porno gracias a la NUEVO VALE y a LAS ZAPATILLAS DE PITUFINA QUE VOSOTROS! Y me reía de sus desgracias, era una niña solitaria, que leía mucho, y que era bastante sórdida. Una noche un poco loca encontré que un canal rarísimo emitía Supervixens, y la vi. Y estuve durante semanas viendo LA SAGA de las supervixens, porque la dieron completa. Y de vez en cuando pillaba alguna peli porno por algún canal rarísimo.

Otra noche encontré por mi casa un VHS hentai llamado; Maestra para todo (Slight Fever Syndrome, en su versión original), que tenía una trama súper divertida: Si no recuerdo mal era una enfermera que llega a un instituto y tiene dos perolas como tetas y es rubia, y entonces, esta señorita se propone ayudar a todos sus alumnos. No recuerdo mucho más, supongo que a todos se los pasaría por la piedra, solamente recuerdo un diálogo con el cual me he estado riendo durante años (y aún me hace gracia): Una de las alumnas va a ver a la enfermera en cuestión y casi llorando le dice: Por favor, enséñeme a masturbarme!!! Era la situación, la frase, la cara de llanto de la alumna, la cara de circunstancias de la enfermera, ERA TODO XDDDDDDDDDDDDDD me hizo mucha gracia éste VHS (ésta OVA XD) en realidad.

Internet llegó a mi vida a los doce años, y aquello era un mundo nuevo y espectacular: Se acabó re-ver Las zapatillas de Pitufina esperando poder verle el nabo a aquel ser que todavía no sabía si era hombre o mujer pero que amaba con fervor, se acabó buscar revistas Playboy sin dueño, se acabó tratar de comprender la peli “del plus”, no más historias guarras del NUEVO VALE: Internet era mío, y el cyber-espacio también, o eso pensaba.

Me compraba la revista Minami (lo mío con la NUEVO VALE y la Súper Pop fue breve, duró el tiempo que duraron las Spice Girls, vaya), que contenía un CD con wallpapers de manganime, música, y demás cositas, y tenía una carpeta de hentai, que si hacéis memoria histórica (los que la comprábais), si el CD se ejecutaba solo y aparecía el menú automático, en la carpeta hentai, le dabas y había un bloc de notas en el que se leía: El que busca encuentra (cuántos grandes momentos nos ha dado esa frase años después!) yo estaba harta! Quería encontrar el puto hentai de la Minami y todavía no me atrevía a poner en EL BUSCADOR DE ALTAVISTA *RISOTAS*; hentai evangelion. Así que un día puse el CD en mi ordenador, resignada porque nunca jamás vería el porno de la Minami, y no se ejecutó solo el CD y tuve que abrirlo desde Mi PC, y ahí, AHÍ OCURRIÓ! AHÍ me di cuenta de que el hentai se abría desde el PC, y entonces todo FUE MUY BIEN. Yo era una gran fan del CD de la Minami, y cada mes miraba el hentai, que también me molaba, claro. Un día no sé ni cómo, ni porqué, descubrí el yaoi y me pareció el colmo de la genialidad, quiero decir: Dos hombres guapos follándose, DIOSMIO, era demasiado bueno para ser cierto!! Recuerdo que un amigo me pasaba hentai clandestinamente en CD’S (un SALUDO EFUSIVO, tú sabes quién eres, y yo lo sé, BESIS).

Y entonces RÁPIDAMENTE y sin pestañear, pasé de ver hentai a ver yaoi, porque era mucho más bonito y hermoso, porque eran dos hombres. El KazaA echaba humo, no era demasiado selectiva yo por aquel entonces y empecé a consumir toda clase de doujinshis yaoi (algunos realmente enfermizos y chungos) de series que me gustaban, o a leer scans salchicheros de series yaoi. Empezaba la adolescencia y yo iba más salida que el pico de una plancha. Durante la adolescencia también consumí hentai (gracias KazaA), y vi obras de arte como Bible BlackUrotsukidoji, también vi yaois como “el de la mazorca” JAJAJAJA, YA SABÉIS CUÁL OS DIGO, nunca recuerdo el nombre, y otros de lo más retorcido que no voy a citar así públicamente porque aún me queda un poquitín de dignidad. De vez en cuando descargaba porno asiático, era una gran fan de los vídeos de Ami Ayukawa.

Mis amigos estaban quedando para hacerse pajas mutuamente porque uno conseguía un VHS cutre y salchichero de porno, y a mí me dejaban marginada “porque era una chica” (he ahí! Mi primer problema con el machismo vino a los 12 años, lo veis?), y no podía compartir con nadie los pequeños fragmentos de Las zapatillas de Pitufina. Mundo injusto y cruel.

Tras todo ésto, hago un salto súper temporal en el que salto como al día de hoy en el que cuando me apetece ver porno me voy a xvideos y busco por tags o por actores, o mis amigos me pasan vídeos porque saben lo que me gusta (besis). Y entonces voy a una mujer y le digo que miro porno y que lo gozo y me mira raro, y luego pierde las bragas por ver 50 Sombras de Mierda Grey, y escribe en su estado de Facebook que la peli no le ha gustado porque apenas salen escenas eróticas; eróticas caris, que no porno. El otro día le escribí a una de esas mujeres diciéndole que si quería ver porno se fuera a xvideos, pero que la cosa ésta no podía tener porno porque en USA son “muy así con las tetas y los culos” y si se ve algo más de la cuenta, no pueden pasar la peli en salas convencionales, han de estrenar la peli únicamente en Salas X, pero ésto no lo comprenden, y entonces se enfadan conmigo porque: Cómo oso pensar que ellas ven porno?! ELLAS!! ELLAS! ELLAS QUE SON MADRES DE FAMILIA (o futuras madres de familia), ELLAS! ELLAS! Que son muy decentes! ELLAS que nunca vieron Las zapatillas de Pitufina. 

Sé que si has leído toda la entrada, ahora probablemente te estés preguntando si todavía conservo el VHS de Las zapatillas de Pitufina. La respuesta es muy dura: No.


Revisionamiento histórico: El porno, las zapatillas de Pitufina, y yo
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