Hoy traigo un revuelto de morcilla, piñones y manzana. Es un plato agridulce delicioso y contundente, para darte un día un capricho.
Vaya días... este finde pasé un par de días buenos en Sigüenza, aunque el tiempo no acompañó. Lluvia y frío han provocado que tenga un catarro monumental justo antes de irme a Cantábria, ¡Que suerte la mía! Pero bueno, la verdad es que me lo pasé bien.
Subimos y bajamos cuestas como los que más, que me pregunto a quien se le ocurrió diseñar Sigüenza cuesta arriba...seguro que el fundador no subía andando. Lo bueno que tiene es que, comas lo que comas, sabes que no vas a engordar. El sábado, por el día del padre, mi suegro nos invitó a comer a La Cabaña, un sitio de asados tradicionales. ¡Vaya cordero rico que nos marcamos! ¡Ole mi suegro! Y de postre una torrija, que ya estamos en Semana Santa.
Recorrimos iglesias, catedrales, las salinas de Imón, que por cierto son preciosas, con ese tono anaranjado tan poco común. Es una zona natural preciosa, para pasear. Aunque espero poder ir con más calor, porque las montañas eran demasiado frías para mi facilidad de costiparme jajaja