Riads: alojamiento barato y de calidad en Marrakech

Muchos de los que han visitado Marrakech estarán de acuerdo conmigo en que ésta es la ciudad más bella de Marruecos. Y es que no será la urbe más grande del reino alahui, pero sí la que conserva entre las callejuelas de su medina el Marruecos más auténtico. Pues bien, entre esos pasadizos que bordean la histórica plaza de Jamaa el Fna se encuentran los riads, casas tradicionales marroquíes adecuadas para los viajeros; a grandes rasgos podría decir que los riads en Marakech vendrían a ser algo parecido a las casas particulares cubanas. Lugares que guardan la esencia de su pueblo y no la firma de una hotelera.

Se encuentran en su mayoría dentro de los muros de la medina, en medio de la zona histórica de Marrakech; un lugar donde a fin de conservar el entorno se prohíbe la construcción de hoteles convencionales; algo que se agradece, ya que no me imagino, por ejemplo, un macrohotel de 14 plantas de hormigón y hierro en medio de dos mezquitas medievales. Por lo general son pequeños negocios familiares que se caracterizan por su decoración y ambientación, la calidad en el servicio y el trato servido a los clientes; además de por el precio.

Casi todos tienen página web propia, así que no será difícil que os podáis informar al respecto de lo que ofrece cada uno. Y es que, la igual que con los hoteles convencionales, aquí también hay de todo; desde riads con patios internos, habitaciones y una atención de ensueño hasta lugares donde mejor que seáis poco escrupulosos. Cosa de mirar con antelación.

Lo que si recomendaría a aquellos a los que os interese alojaros en un establecimiento de este tipo es que busquéis un lugar situado en las cercanías de la plaza Jamaa el Fna, el punto neurálgico de la ciudad. En sus laterales se ubican los famosos zocos de Marrakech.

Y bueno, como comprenderéis tampoco todo iban a ser alabanzas, ¿ verdad ? También los riads tienen pegas. Si os fijáis en un mapa de la medina de Marrakech veréis que todo está lleno de laberínticas callejuelas. Pues bien, a pesar de que no haya mucho peligro en andar por ellas de noche, si conviene no hacerlo al sur de la plaza Jamaa el Fna. Es, digamos, la parte más insegura.

También es conveniente contratar el servicio de recogida al aeropuerto – la mayoría de los riads lo ofrecen -, ya que no es fácil llegar a la medina por primera vez y encontrar entre tanta callejuela nuestro destino. Y más aún teniendo en cuenta que no será difícil que al vernos con las maletas más de uno y dos se ofrezca insistentemente a guiarnos o a llevárnoslas...

Y si, obviamente también hay hoteles en Marrakech, pero las pegas son que, a no ser que os queráis dejar un dineral, éstos se encuentran en las afueras de la medina, lejos de los atractivos de la ciudad, en medio de modernos barrios que poco distan de lo que nos podríamos encontrar en nuestras ciudades. Así que si nos decidimos por Marrakech para pasar unas vacaciones de ensueño, ¿ por qué no vivir una experiencia diferente ?

Por cierto, además de los numerosos museos y lugares de interés turístico que alberga Marrakech, la situación de la ciudad es perfecta para quienes quieran participar en excursiones por el desierto o a las montañas del Atlas, así que no estaría de menos destinar un día para ello. La naturaleza siempre debe ser algo que no podamos perdernos allá donde vayamos.