Richard Bransons realiza nuestros sueños

Posiblemente ésta sea una de esas pocas personas que puedan llegar a ser capaces de inspirarme.

Richard Bransons es el vivo ejemplo de cómo empezando desde cero, y a base de valentía, audacia, visión, innovación y suerte, ha conseguido construir uno de los imperios empresariales más fuertes de todos los tiempos, aquel denominado Virgin Group, el cual cuenta con más de 360 empresas vinculadas a los más diversos sectores de la sociedad de consumo [aviación, ferrocarril, música, telecomunicaciones, bebidas, F1...].

Es la 212ª persona más rica del mundo según Forbes [incluso posee dos paradisíacas islas privadas, las cuales alquila por vacaciones], pero ello no le impide exprimir cada minuto de su vida como si fuera el último, ilusionarse e imponerse sus propios retos… sólo él es capaz de trabajar de azafata en un avión [vestido incluido] al perder una apuesta, de batir récords mundiales [globo aerostático, vehículos anfibios, circunnavegación...] y de propulsar diversas iniciativas humanitarias como “The Elders“.

Sus dos nuevos proyectos se conocieron hace unos meses, y estarán operativos a finales de año:

Virgin Oceanic: Un submarino uniplaza con el que espera llegar al punto más profundo de cada uno de los cinco océanos del mundo, superando el récord de descenso de la nave Trieste en 1960. No sólo servirá este reto para el propio ego de Branson, sino que se llevarán importantes estudios científicos por los oceanógrafos del Instituto Scripps.

Virgin Galactic: Un avión que proporcionará vuelos espaciales suborbitales tripulados, y en un futuro vuelos orbitales. El pasaje costará unos 14.000€ [nada desproporcionado], y el avión encargado de tal tarea es el SS2, el cual utiliza una innovadora técnica llamada “vuelo de pluma” que consigue atravesar varias capas de atmósfera de manera muy estable gracias al giro de las alas. Desde luego que esta tecnología influirá en la aviación del futuro.