Revista Cómics
Desde su lanzamiento en la primera Playstation, la saga Ridge Racer ha sido un referente para demostrar al público la potencia de la consola en cuanto a mover gráficos poligonales. Cada nueva consola que salga al mercado tiene su ración de Ridge Racer en los títulos de su lanzamiento y Namco ya lo sabe bien, si eres el único que saca un juego de coches en el lanzamiento de la consola, fijo que se venden bien.
El Ridge Racer que comentaremos hoy es la secuela de la primera parte de la saga que apareció en 1995 en la primera Playstation. Con unos gráficos más cuidados no pondremos a los mandos de 4 coches con diferentes estilos de conducción llegando al total de 12 vehículos si te lo pasas todo al 100% o si completas con un "perfect game" el minijuego del Galaga 88 que sale nada más encender la consola.
Realmente los videojuegos de coches han cambiado mucho desde esa época nos encontramos con un control muy pésimo de los vehículos (que llega a ser desesperante al ver a los rivales que parecen que van sobre raíles) y un limitadísimo número de circuitos que en realidad son el mismo con 3 variantes. Lo dicho, en 1995 era lo más, pero el tiempo le ha pasado factura.