Acabamos de conocer un estudio desarrollado por la Fundación Suiza de Ciencia Nacional (SNF) en el que determinan los riesgos de la cafeína en los niños. Los expertos advierten que la cafeína reduce el desarrollo cerebral de niños y adolescentes, a esto hay que sumar otras complicaciones como la posibilidad de sufrir ansiedad, padecer trastornos de personalidad o padecer esquizofrenia.
Según la investigación, la cafeína afecta negativamente a niños y adolescentes si abusan de su consumo, ya sea a través de refrescos (habitual en los niños) o bebidas energéticas (habitual en adolescentes), en ambos casos provoca la reducción de la cantidad de sueño profundo, algo que afecta significativamente al desarrollo neuronal. Los datos son preocupantes, sobre todo si sabemos que el consumo de bebidas con cafeína en la infancia y la adolescencia se ha incrementado en un 70% en los últimos 30 años, la democratización de la familia y la permisividad de los padres son factores que han propiciado este incremento.
Antaño los niños sólo bebían refrescos con contenido en cafeína el fin de semana, los padres no dejaban que se tomaran refrescos y tampoco café, ahora las cosas han cambiado, en muchos hogares los niños toman refrescos con la comida o la merienda, también toman café con leche y otros productos que pueden contener cafeína. Dejamos que desde pequeños vayan tomando cafeína y por tanto se incrementa el riesgo de que sufran algunos de los problemas antes mencionados.
El SNF ha trabajado para determinar los efectos de la cafeína, para ello han empleado roedores de laboratorio, para analizar cómo afecta la cafeína al proceso de maduración cerebral. Se utilizaron roedores porque humanos y otros animales mamíferos comparten patrones de sueño especialmente en la pubertad. Los resultados obtenidos se pueden trasladar a los seres humanos, por lo que sería interesante aplicar el principio de precaución y evitar que los niños y jóvenes abusen de la cafeína.
Cuando los roedores alcanzaban los 30 días de edad (el equivalente a la pubertad en seres humanos), con una dosis de cafeína equivalente a tres o cuatro tazas de café, se reducía la cantidad de sueño profundo y por tanto sufrieron un retraso en el desarrollo cerebral, esto puede conducir a padecer algunos de los problemas descritos al principio, aunque los investigadores apuntan otros, como el mayor riesgo de consumo de drogas o conductas inapropiadas. En la investigación también se constató que al dejar de suministrar cafeína, se incrementaba el periodo de sueño profundo, lo que no deja lugar a dudas sobre la relación cafeína-sueño profundo.
Dada la fragilidad del cerebro de los niños y su continua maduración, es interesante evitar la ingesta de cafeína para que se mantenga el máximo número de conexiones cerebrales cuando se alcance la pubertad. De todos modos, este es un primer estudio en esta línea, posiblemente se desarrollarán nuevos trabajos para determinar todos los riesgos que conlleva el abuso de cafeína en niños y adolescentes. El artículo ha sido publicado en la Fundación Suiza de Ciencia Nacional, pero podéis conocer todos los detalles a través del artículo publicado en la revista científica Plos One.
Foto | Omer Wazir
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Riesgos de la cafeína en los niños