Seguimos dando envidia de nuestros hallazgos callejeros... Ya ni siquiera nos inmutamos cuando vemos estas monadas entre escombros. De hecho, con naturalidad pasmosa, la tomamos del brazo cual familiar allegado, y lo llevamos a nuestro hogar para darle cariño.
El polvo y una zona despegada eran todo su delito.
Pero la cola hace milagros....
... y nuestros botes de pintura e imprimación hacen lo propio para presionar las piezas y adherirlas en un santiamén.
Pintura en spray en un tono blanco roto, aplicada en nuestro patio que es particular (cuando llueve se moja, como los demás...).
Las casualidades existen.... El hermano de una de nosotras nos trajo ese día esta maravillosa madera de un laboratorio en demolición.
Mirad qué bien queda nuestra estantería, ya pintada, sobre ella...
Pues aquí os contamos el porqué de esa casualidad. Desde que conseguimos este auxiliar, decidimos que iba a lucir nuestra colección de botes de laboratorio. ¡Y qué mejor fondo que la madera que nos trajo Julián!
El resultado ha quedado, bajo nuestro parecer, muy coqueto, con una mezcla de aire industrial, rústico y romántico. ¿No creéis?
Pues no, no vamos a la farmacia..., vamos a casa de Marcela Cavaglieri a mostrar nuestro rincón boticario y disfrutar del resto de propuestas. ¡Acompañadnos!
¡FELIZ FIN DE SEMANA!