Revista Sociedad

Río de Janeiro, Ciudad de Dios

Por Antoniopampliega

Comunidade de Vigário Geral, Rio de Janeiro, Brasil por Daniel Zanini H..

Imagen : Daniel Zanini H.

 

Ya lo cantaban los Planet Hemp en su archiconocido rap Zerovinteum. “Sarajevo es una broma; esto es Río de Janeiro”; y lo plasmó en toda su crudeza José Padilla en la polémica película Tropa de Élite

Río es mucho más que las interminables playas de arena blanca de Copa Cabana, el Cristo del Corcovado o el Carnaval. Oculto a ojos de los turistas que viajan en busca de bronceados imposibles; en las laderas de esta espectacular ciudad malviven más de dos millones de personas en las más de mil favelas que se encuentran repartidas por todos lados.

Para lucha contra estos nidos de delincuencia los cuerpos de la Policía Militar brasileña utilizan todas sus armas para combatir el tráfico de drogas y a los narcos que han creado en estos asentamientos chabolistas su particular vergel donde se creen los dueños de la ciudad. Tiros y más tiros. Armas cortas contra armas pesadas… Guerras civiles en el interior de callejuelas por donde pasea gente desarmadas. La Policía no tiene piedad y entran en los Morros a ‘sangre y fuego’.

Por lo que no es de extrañar que la Policía carioca sea responsable- entre 2000 y mayo de 2009- de un total de 9.179 homicidios que fueron calificados como actos de resistencia y se vieron obligados a emplear la fuerza para sofocar los enfrentamientos. “En caso de resistencia, los policías podrán usar los medios necesarios para defenderse”, reza el reglamento de la policía. Y los agentes lo implantan al pie de la letra. Pero no siempre se aplica el código ni el reglamento. La ONG Justicia Global, por medio de Camilla Ribeiro, ha denunciado que en muchos casos esta herramienta legal es utilizada por los agentes de la ley para realizar ejecuciones sumarias. Ellos son el juez, el jurado y el verdugo. “Una muerte de un tiro por la espalda difícilmente se puede justificar como defensa propia”, afirma Ribeiro. Nunca se abren investigaciones; y los responsables nunca pagaran por sus crímenes.

Río es una guerra. Una guerra sin cuartel donde se mata y se muere a diario. Los cuerpos de seguridad de Río de Janeiro son los que más asesinatos cuentan en este macabro curriculum de muertes pero también son los que más mueren durante los enfrentamientos contra los narcos que se esconden en los Morros. En este guerra civil encubierta y de la que poco, o nada, llega a Occidente cuenta con un testigo de excepción que apoya las acciones policiales- aunque estas conlleven el asesinato de los narcos. Y es que usar la fuerza para hacerse con el control de los Morros es la única forma de entrar en las favelas. En la mayoría de los casos las armas de los narcos son mejores que las utilizadas por el BOPE (Fuerzas Especiales de la Policía Brasileña).

Las favelas están bajo el control de pandillas de jóvenes enganchados a las drogas, de milicias, de paramilitares o de narcotraficantes. Cada una tiene sus miserias y sus dueños y la autoridad del gobierno allí, ni sirve ni se respeta. El estado brasileño no da soluciones para las familias que viven de manera infrahumana en estos suburbios donde carecen de casi todo, menos de violencia. Y la única forma de manifestación que tiene el gobierno es a través de las brutales redadas de la policía. “Entran como un ejército invasor que llega, mata y se va. La comunidad se ve cercada entre los grupos criminales y el Estado represor. Así lo único que se consigue es perpetuar el ciclo de violencia”, afirma Camilla Ribeiro.

Río de Janeiro, en particular, y Brasil, en general, se preparan para asumir los mandos de Sudamérica y de convertirse en una de las diez economías del mundo. La década de los ’10 será la suya y el mundo estará pendiente del gigante carioca. En 2014 acogerá los Mundiales de Fútbol y en 2016 serán los Juegos Olímpicos… Pero la violencia es un borrón que deberán limpiar para no empañar un historial intachable. La seguridad en la Cidade Maravilhosa será puesta a prueba… En Río, de las mil favelas que existen en la actualidad, sólo una de ellas está ‘limpia’. Queda mucho trabajo por delante y el Gobierno de Lula da Silva tiene entre sus prioridades acabar con las favelas y uno de los primeros pasos que ha dado ha sido la construcción de un muro kilométrico- en marzo de 2009- para cercar las favelas y a los que viven en ellas. Si no puedes con el problema aíslalo y quítatelo de encima.

 


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossiers Paperblog