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Río Tinto: 2000 años de minería en paisaje marciano.

Publicado el 29 mayo 2022 por Elisma_c

La minería era uno de los motivos por los que Roma se interesó en Hispania. Realizaron labores de minería en Las Médulas (León), Arditurri (Guipuzcoa), Belmunt del Priorato (Tarragona), Cueva del Sanabrio (Cuenca)...

Después llegaron los árabes y lo propios españoles. Pero fueron extranjeros quienes revolucionaron la minería y la industria del hierro y acero.

Una de las minas más representativas de esta actividad del pueblo romano es la de Río Tinto, al sudoeste de España, en la provincia de Huelva.

Río Tinto: 2000 años de minería en paisaje marciano.

El río Tinto (conocido como "Luxia o "Urium"​ en la antigüedad) es un río costero del sur de España, que discurre a lo largo de la provincia de Huelva, en la región autónoma de Andalucía. Nace en la sierra de Padre Caro y tras recorrer casi 100 km llega hasta la ría de Huelva, donde se funde con el río Odiel.

Río Tinto: 2000 años de minería en paisaje marciano.

El color de sus aguas da nombre al río: Tinto. Sus aguas altas concentraciones de metales pesados. A lo largo de su cauce se encuentran yacimientos hidrotermales compuestos, en gran parte de pirita (sulfuro de hierro (II), calcolpirita (sulfuro de hierro y cobre), transformados mediante un proceso de meteorización.

La meteorización es un proceso que se produce cuando los minerales y las rocas, al estar en contacto con la biósfera, la hidrósfera o la atmósfera, se degradan o se fragmentan. Esta meteorización puede ser física, química o biológica y llevarse a cabo de manera total o parcial.

Río Tinto: 2000 años de minería en paisaje marciano.
Río Tinto: 2000 años de minería en paisaje marciano.
Río Tinto: 2000 años de minería en paisaje marciano.

En el Río Tinto existe una fuerte oxidación microbiológica de estos minerales, causada principalmente por unas bacterias especiales como Acidithiobacillus ferrooxidans o Leptospirillum ferrooxidans y otras bacterias acidófilas que oxidan los iones sulfuro y ferroso a iones sulfato y férrico, solubles en agua, liberando protones que acidifican las aguas, y lixiviando una variedad de metales pesados como cationes en el agua. Es a causa del flujo de ácido sulfúrico que el agua del río tiene un carácter muy ácido. A este proceso se le denomina drenaje ácido de minas.

Río Tinto: 2000 años de minería en paisaje marciano.

Esta alta concentración de cationes genera el color rojo del Río Tinto y un paisaje casi marciano en los alrededores. Estas condiciones son infernales para el desarrollo de la vida multicelular. De hecho es difícil ver pájaros en las orillas del río. Los jabalíes, ciervos... no beben agua del río. Su acidez, medida en la escala pH alcanza el valor de 1,7, más ácido que el zumo de limón. Recordemos que el pH del agua es 7. A la vez, contiene disueltos compuestos de metales de hierro, cobre, manganeso...

Este cóctel químico es un estupendo caldo para microorganismos: Se han encontrado células eucariotas, hongos y virus. Las bacterias extremófilas triunfan en este ácido ambiente.

La existencia de células eucariotas demostró que su resistencia en ambientes extremos era superior a lo esperado. El hecho de existir vida en estas condiciones, ha dado esperanzas a la Nasa de encontrar vida similar en el planeta Marte. El ambiente del planeta rojo, Marte, es comparable al del río Tinto.

Río Tinto: 2000 años de minería en paisaje marciano.

La gran colonia celular existente es una joya biológica con multitud de especies endémicas. De hecho, son los sedimentos los que le dan el color ocre oscuro. El agua en sí suele ser de color verde a negruzco debido a la vida local.

No es hasta el final del río, a la altura de Moguer y Palos, que sus aguas dejan de ser rojas. La mezcla de las aguas con las del Atlántico marca un cambio en el ecosistema que prevalece durante unos 80 kilómetros.

Durante el siglo XVIII se volvió a extraer mineral. La influencia extranjera fue decisiva desde el principio. Por ejemplo, en el primer cuarto de ese siglo fue un sueco, Liberto Wolters, quien lideró el proyecto de extracción. Con el tiempo, diferentes empleadores harían que la mina fuera rentable. La industrialización fomentaría aún más esto después de los años difíciles de la Guerra de la Independencia. Así, hubo un antes y un después en 1873. Fue entonces cuando se completó la creación de Rio Tinto Company Limited.

Río Tinto: 2000 años de minería en paisaje marciano.

Tras varios reajustes de la empresa, todo fue bien hasta la década de los 80. Luego una crisis afectó al negocio minero, destruyendo prácticamente toda la competitividad posible. Con el precio del metal por los suelos, la actividad decayó hasta 1995 cuando la explotación pasó a manos de los trabajadores. Esto sucedió a raíz de un curioso pacto en el que la empresa vendió las acciones por una peseta. A pesar de los esfuerzos, en 2001 se cerró la maquinaria.

Durante este tiempo, Minas de Riotinto se vio obligada a cambiar. La Fundación Riotinto creó el museo minero Ernest Lluch en 1992. Además, se han habilitado antiguas galerías para permitir la visita a la Peña de Hierro, cerca de Nerva. Esto ha permanecido desde Roma hasta el escenario actual. La visita guiada se combina con el tramo alto del propio río Tinto. La forma más llamativa de hacerlo es mediante un tren diésel restaurado, aunque durante unos meses al año también funciona un tren a vapor.

Actualmente existe una explotación de la mina a cielo abierto.

Imágenes: Ismael Camarero

https://es.wikipedia.org/wiki/Minas_de_Riotinto

https://www.viajesyfotografia.com/blog/minas-rio-tinto-paisajes-andalucia/

https://www.viajaporlibre.com/espana/andalucia/minas-de-rio-tinto-encuentros-en-la-3o-fase

https://www.miruta.es/minas-de-riotinto/


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