El mejor resumen de esta serie sería el siguiente: es como un CSI, pero en la época de Jack el Destripador. Y así es.
Edmund Reid es un inspector de la división H de Whitechapel, encargada de mantener la seguridad en el East River londinense que, junto a un sargento con traumático pasado militar y un médico americano que perteneció a la agencia Pinkerton, tira de conocimientos científicos para resolver sus casos.
Al igual que CSI, la estructura se basa en resolver un caso por capítulo y en conocer la vida y motivaciones de sus personajes principales a medida que avanza la serie, pero con un encanto especial: estar situada en el año 1889. Lo que nos hace percibir la sombra de Jack el Destripador en cada muerte (aunque la serie arranca cuando lleva seis meses sin actuar) y las rudimentarias técnicas forenses que se manejaban en la época, por lo que las resoluciones son más deductivas que basadas en resultados de pruebas avanzadas de laboratorio.