Momentos. Instantes que quedan en la memoria, que pasan a la historia por lo que significan. Ayer, Riquelme dijo “sentirse vacío“ y con esa frase explicó los motivos por los cuales se alejaba del club de sus amores, de ese Boca que acababa, hacía minutos, de perder la final de la Copa Libertadores.
Del mismo modo con el que se despide Román, lo hizo quizás el Loco Bielsa cuando dejó en conferencia de prensa, la dirección técnica de la Selección Argentina. “Me quedé sin energías“, había destacado el Rosarino. Expresiones que con poco, dicen mucho. “A buen entendedor, pocas palabras“, como reza el refrán.
“Me he vaciado y necesito llenarme”. Casualidad o no, Pep Guardiola uso casi las mismas palabras que Riquelme cuando anunció su alejamiento luego de 4 años del Fútbol Club Barcelona. “Es el único motivo que puedo dar”, prosiguió casi desganado y con la mirada emocionada.
Frases. Cortas. Contundentes. Que buscan darle un sentido a un hecho consumado, para llevar alguna explicación a los hinchas. Vacíos existenciales. Desgano. Parece no ser aceptado como excusa válida. Sutiles coincidencias de tres personajes que comparten una mirada dentro de la cancha y que, fuera de ella, se expresan de manera similar.