Revista Cine
Risky business (Paul Brickman, 1983. EEUU): uno de los films de los 80 que mayor culto ha experimentado con el paso de los años, aumentado este en base a una inolvidable banda sonora de Tangerine dream, su magnético tono visual y que también significó el ascenso de Tom Cruise al estrellato. Su extraño tono, por momentos cerca de los cánones de cualquier otro género en vez del de la supuestamente inocente comedia teen que es, también ayudó, además de meterse en terrenos algo pantanosos (es bastante macarra). Rebecca DeMornay está preciosa y la secuencia de Cruise bailando en ropa interior no es, ni de lejos, lo mejor de este estimulante miniclásico.