Hace meses que tenía dándole vueltas emparejar un risotto con un vino tinto, pero como muchas ideas, la tenía guardada para encontrar el momento más adecuado para llevarla a cabo.
Hace unas semanas, me llamó la atención una receta que publicó Beatriz en su blog To be Gourmet [www.tobegourmet.blogspot.es], un blog que suelo leer, desde hace unos pocos meses, y desde el primer momento he considerado un blog elegante y detallista, lo que valoro bastante.
Volviendo con el tema del risotto, en el blog de Beatriz encontré una receta que era de Risotto de manzana y gorgonzola [www.tobegourmet.blogspot.com/2013/03/risotto-de-manzana-y-gorgonzola-receta.html] y como suele decirse “se me encendió la bombilla”, por lo que pensé en prepararla y maridarla con un vino del que me quedaba una última botella de Londoño Crianza 2006 que me traje de España, y pensé que sería una buena ocasión para abrir esa botella, para aprovechar y emparejarlo con otro plato.
El plato resultante es realmente cremoso y con el vino intensifica muy bien el sabor del queso gorgonzola sin resultar pesado.
Origen del plato: Milán, Italia
Tiempo de preparación: 60 minutos
Tipo de plato: Arroces
Ingredientes para cada persona:
- 75 g de arroz blanco
- 1 manzana golden mediana
- un trozo de queso gorgonzola
- 1/2 cebolla dulce.
- 50 g de mantequilla con sal.
- 500 cc de caldo de carne concentrado
- 50 dl de nata líquida
- 75 gr de queso parmesano rallado
Elaboración:
Pon a calentar en un cazillo el caldo de carne concentrado.
Echa la mantequilla en una sartén y caliéntala a fuego medio, hay quien prefiere usar aceite de oliva virgen en vez de mantequilla, pero el sabor resultante es más suave, pero eso ya dependerá de tus gustos.
Corta en daditos la media cebolla.
Cuando la mantequilla se haya derretido echa la cebolla.
Mientras se calienta el caldo y se pocha la cebolla, ve cortando la manzana en daditos pequeños, si quieres que el resultado sea pastoso, pela la manzana para no echar la piel.
Echa la manzana y espera hasta que la cebolla esté transparente.
A partir de aquí pon el reloj cuarenta minutos.
Echa todo el arroz y añade caldo hasta que esté apantanado, no más.
Añade más caldo y remueve todo, y así sucesivamente hasta que el arroz se termine de hacer, que será más o menos los cuarenta minutos, ya que depende de tu hornillo, pero piensa que sabrá mejor cuanto más lento se ha preparado.Baja el fuego al mínimo y espera a que se evapore el caldo.
A partir de aquí, seguramente ya no tendrás caldo o te quedará muy poco, pues guárdalo para otra ocasión porque ya no hace falta para este plato.
Echa la nata líquida, remueve y déjalo un minuto.
Aquí ya puedes apagar el fuego.
Echa el queso rallado y remueve todo para que quede bien mezclado y déjalo reposar unos minutos.
Unos cinco minutos antes de servir, corta en daditos el trozo de queso gorgonzola y mézclalo bien con el risotto.
Y ya está todo listo para emplatar, decorar y servir.
Esta receta está pensada para un vino tinto con uva tempranillo sobre todo para que la cremosidad del risotto y el sabor predominante del queso gorgonzola se empareje bien con el vino y que el resultado sea más intenso.
Último detalle: Preparar un risotto requiere cierta experiencia para que los resultados sean los deseados, pero en cuanto se ha hecho en varias ocasiones se convierte en algo muy sencillo.
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