Un risotto es siempre una buena idea para preparar una cena o comida entre amigos. Es un plato que suele gustar a todo el mundo, que cunde y que encima es bastante económico de prearar. Esta receta de risotto de sémola que les presento es una variación o una mezcla de dos recetas. He fusionado la pasta carbonara y el concepto de un risotto. La idea es hacer un o no-risotto con pasta en forma de piñones y una salsa carbonara tradicional.
Les aseguro que el resultado es espectacular. La pasta tiene una estructura muy diferente al arroz, queda más suelto y con un caldo ligado que lo integra todo, que es irresistible. En esta receta y en todas las que trabajamos con huevos, hay que tener muy en cuenta la temperatura.
El huevo coagula sobre los 70º. Por ello, nunca podremos hacer esta receta como un risotto tradicional en el que vamos agregando caldo y queso mientras cocemos el arroz hiriviendo. Aquí, la idea es cocer la pasta con un excedente de agua. Ese agua quedará impregnada de todo el almidón que suelta la pasta y nos servirá para darle toda la untuosidad a la salsa. Una vez cocida la pasta, se separa del fuego. Entonces se añaden los huevos y ya nunca se vuelve a calentar por encima de 60ª.
Como es obvio, no veréis ni un gramo de nata en la receta. La receta de la carbonara nunca, nunca, nunca lleva nata. La nata es un atajo de muchos cocineros vagos o poco formados que se aseguran un salsa blanca, nunca cortada y con sabor a bacon y grasas. Nada que ver. La carbonara es una receta muy preciada que hasta se guardasalvó mediante una sociedad secreta del sigilo XIX llamada La Carbonería.
Si quieres saber más acerca de la receta de carbonara, puedes visitar mi entrada de Espaguetis a la Carbonara, donde la hago como debe ser!