Revista Cocina

Risotto sencillito de champis y jamón

Por Dietadepanda @dietadepanda
El otro día en casa de mis padres mi bro y yo nos encontramos con una caja con los restos envasados al vacío del jamón que cayó en navidades y empezamos a intentar apropiarnos del botín. A los pandas nos tocó inicialmente un hueso, tocino y unos taquitos de jamón, nada mal para como pintaba la cosa, ya que alguno quería llevarse la totalidad de los huesos y dejarnos sin la posibilidad de hacer caldo.
Risotto sencillito de champis y jamón
Y viéndonos con esta materia prima los pandas decidimos hacer un caldo y aprovecharlo, junto con parte de los taquitos, para hacernos un risotto con unos champiñones. Ahora paso a relataros cómo lo hicimos.

Antes de nada, sí, se puede hacer con otras setas con más sabor, pero en esta época lo único que hay fresco a un precio y en condiciones razonables son los champiñones, así que nos lanzamos a por ellos.

Ingredientes para 2 pandas:
- 1 litro de caldo de jamón. Nosotros lo hicimos casero usando este como base pero cambiando las carcasas de pollo por huesos de jamón. Si te parece flojete prueba con este otro caldo, haciendo el mismo cambio.
- 1/2 cebolla.
- 1 dientecito de ajo.
- 50 g de taquitos de jamón.
- 4-5 champiñones hermosos.
- Un vasito de nocilla de arroz redondo (nosotros y nuestro particular sistema métrico). Ah, no lo intentes con arroz vaporizado que no se te pasará, pero no vas a conseguir la textura deseada porque no va a soltar almidón suficiente.
- Un chorrete de vino blanco.
- Queso parmesano o similar para dar sabor.
Preparación:
1- Si no lo tienes ya hecho ¡prepara el caldo! Y mantenlo caliente en un fogón durante toda la receta.
2- Corta la cebolla en trocitos pequeños, el ajo en láminas y empieza a saltearlos con un chorro de aceite.
3- Cuando la cebolla y el ajo estén blanditos echa el jamón a la sartén. Mientras se va haciendo todo esto, corta los hongos elegidos en láminas y una vez listos, añádelos a la sartén.
4- En el momento que tengas también los hongos blanditos añade el arroz y rehógalo. A continuación añade el vino blanco y suficiente caldo para cubrir todo lo que tienes en la sartén.
5- Deja el arroz a fuego lento y ve removiendo. Esto hará que vaya soltando el almidón y es lo que hará que quede meloso al espesar el caldo. No lleva nata, al contrario de lo que piensa mucha gente.
6- Según se vaya secando el arroz, añade caldo poco a poco con un cacito. Recuerda ponerlo en el fogón de al lado y así el arroz estará hirviendo todo el rato.
7- Cuando el arroz esté casi hecho (un pelín durito, vamos que si se quedase un minuto más al fuego te lo comerías), deja de añadir caldo (si te queda muy acuoso sube el fuego para el próximo paso).
8- En el momento que no quede caldo, para el fuego y déjalo reposar un poco y ya está, ¡el risotto está listo!

Volver a la Portada de Logo Paperblog