
River suma de a tres y se fortalece. Da pasos seguros y al menos hasta el momento transita con aplomo su recorrido por este universo desconocido al que aun intenta acostumbrarse y por el que deberá atravesar para volver al lugar que pertenece. Tres victorias en igual cantidad de encuentros y un nivel que aun sujeto a vaivenes invita a la ilusión así lo evidencian.
Ante rivales que le presentaron dificultades, River ha logrado imponerse con absoluta justicia, exhibiendo a sus refuerzos y haciendo ostensible un progreso notorio a nivel colectivo, en el marco de tres encuentros que al equipo también le han servido para comprobar que la disputa por lograr el ascenso no será nada sencilla.
Como debió superar la experiencia de jugar en un estadio ajeno y sin público, ante Desamparados River también debió solventar dificultades puestas de manifiesto ya ante Independiente Rivadavia, la jornada anterior.
El cuadro sanjuanino dio muestras de su plan y por un lapso de 35 minutos lo llevo a cabo a la perfección, presionando con astucia y quitándoles espacios a los futbolistas de River, imprecisos y obligados a jugar de espaldas y sin tiempo para pensar.
Libertad es lo que escaseó por un largo periodo de la primera mitad, supeditada a un imperceptible dominio de Desamparados hasta que Sánchez logró romper la línea de presión y todo cambio. Para el y para River, en ventaja luego del muy buen pase del uruguayo para Aguirre y el centro posterior que acabó en el cabezazo al gol de Ocampos, descarado y nuevamente muy movedizo jugando por la izquierda.
Creció River y sin tiempo para asimilar una desventaja inmerecida, Desamparados recibió el segundo gol, gestado por un Ocampos que aprovechó la presurosa salida del arquero Giordano para recuperar el balón y asistir a Sánchez, quien de cabeza no falló.
Los goles marcaron un quiebre y a River le sirvieron para ya en el segundo tiempo dar muestras de un crecimiento muy marcado, respaldado en el trabajo del colectivo, pero principalmente apuntalado por Carlos Sánchez, dueño de un despliegue y una jerarquía de la que volvió a dar muestras este sábado, tornándose imparable y erigiéndose en la figura del encuentro junto a Ocampos, estando Aguirre –mejoro muchísimo en el complemento- unos pasos detrás.
Como parecieron estar fuera de contexto ambos goles de River en el primer tiempo, también lo estuvo el anotado por Rosso promediando en el segundo. Chichizola intervino en la única acción de riesgo con la que contó Desamparados para igualar y posteriormente River alcanzó el tercero, marcado por Domínguez luego de un intento de definición fallido de Cavenaghi, quien pronto espera que se le abra el arco.
Entraron bien Mauro Díaz y Bou y con la tranquilidad que le supuso el resultado River jugó suelto y hasta estrelló dos disparos en los postes, los cuales se sumaron a uno de Sánchez antes del descuento visitante.
En un mismo encuentro River presentó su peor y su mejor versión en lo que va del certamen. Lo admitieron sus futbolistas, también Almeyda, conscientes todos de que reconocer los errores que se cometen es lo mejor que pueden hacer para luego trabajar en pos de solucionarlos y así seguir creciendo y alimentando las ilusiones de regresar a la elite.
