En su vuelta al Monumental, River tuvo una jornada para el olvido y perdió 2-0 ante Atlético Tucumán. Luis Rodríguez y César Montiglio, tras un horror de Adalberto Román, marcaron para la visita.
Después de deambular por los estadios de Huracán y de San Lorenzo, River por fin retornó a su casa tras la suspensión por los incidentes ante Belgrano, pero lo hizo de la peor manera.
El equipo de Matías Almeyda exhibió un nivel pobrísimo: endeble en defensa, sin juego ni recuperación en el medio y carente de chispa arriba. ¿Resultado? Una derrota clara.
Atlético jugó un primer tiempo perfecto. Tuvo una eficacia asombrosa y, así, en 22 minutos se puso 2-0. Primero anotó Luis Rodríguez, de contra con una gran definición, y después apareció Román…
El paraguayo no jugaba en River desde el partido ante Belgrano, por la Promoción, y hoy Almeyda lo mandó a la cancha por Ramiro Funes Mori. La apuesta le salió mal al Pelado.
Pelotazo frontal y rechazo que parecía fácil para Román, pero el central pifió, Montiglio aprovechó y definió bárbaro cuando le salió Leandro Chichizola. 2-0 y silencio Monumental.
Después, con más ímpetu que fútbol, River intentó por todos los medios alcanzar el descuento, pero chocó una y otra vez, principalmente, contra su propia impericia y no lo consiguió.
Hasta tuvo una chance inmejorable con Carlos Sánchez, quien entrando solo por detrás de todos, cabeceó de palomita y estrelló el balón en el palo. No era la noche millonaria.
Con el correr de los minutos el local se fue apagando, Atlético se serenó y el resultado, que en un momento tambaleó, ya no se modificó: 2-0 y festejo para Tucumán.