River en la B: Líderes provisorios tras un partido raro

El River-Independiente Rivadavia jugado hace pocas horas podría ser catalogado tranquilamente como un encuentro muy poco convencional. Es raro encontrar algún antecedente en el que alguien haya sido expulsado de manera tan temprana como absurda, en el que el visitante trate de jugarle de igual a igual al local, y en el que el arquero en los minutos finales termine siendo un jugador de campo.

El suceso que cambió el partido (en el desarrollo más que en el resultado) fue la doble amarilla a Carlos Sánchez de una manera muy infantil: primero, fue de manera imprudente hacia Recalde, y luego, segundos después de recibir la amonestación, se quejó con demasiada vehemencia hacia el juez. Eso motivó a que el cuadro mendocino de un giro de 180 grados en su plan de juego, y Gustavo Zapata puso a Martín Gómez (delantero, ex Independiente) por Federico Guerra (volante).

La intención del “Chapa” se cumplió a medias. Porque a pesar de ser superiores respecto a la posesión, no supieron traducir este ítem en peligro, gracias a las interveciones de la defensa y de Leonardo Ponzio, uno de los puntos más altos de la tarde-noche en Nuñez. De hecho, River generó el doble de situaciones, ya que tuvo 14 tiros (8 al arco), mientras que la visita 7 (4 con destino a la portería defendida por Daniel Vega).

Esa diferencia se vio reflejada en el marcador, primero, en el minuto 27, con el gol fácil que tuvo Cavenaghi; luego, en el 75, con el “Chori” Dominguez culminando un contraataque; y por último, en la agonía del partido, con el cabezazo de David Trezeguet, cuando en el arco no estaba Josué Ayala (fue expulsado por ir de manera poco leal a Daniel Villalva, más allá de que no era ocasión manifiesta de gol), sino el lateral Pablo De Miranda (ya se habían hecho los tres cambios reglamentarios.

River es puntero de la B Nacional, aunque lo será en soledad en caso de que Instituto no gane su partido frente a Aldosivi. ¿Podrá mantener ese nivel la próxima semana frente a Desamparados?