River venció por 2-0 a Gimnasia y cortó la racha de tres partidos consecutivos sin victorias. Rogelio Funes Mori y Juan Manuel Díaz marcaron los goles de un triunfo que catapultó al conjunto de Matías Almeyda a la punta del campeonato. Lidera absoluto con quince puntos a la espera de Gimnasia-Chacarita, el Millonario cimentó su victoria en la actuación de sus juveniles Leandro Chichizola, Ezequiel Cirigliano, Lucas Ocampos y Funes Mori. Detrás de ellos cuatro aparecen Germán Pezzella y Leandro González Pírez, quienes juntos conformaron una dupla impasable en la Selección Argentina.
Tras el retorno de Juan Pablo Carrizo al fútbol europeo, el buzo de arquero tenía dos dueños posibles: Daniel Vega, candidato a heredar la uno Millonaria, y Leandro Chichizola, quien había suplantado al portero de la Lazio durante las primeras fechas del Clausura 2011. La lesión a horas del debut en el Nacional del Indio trastocó los planes de Almeyda: Chichizola titular. Más allá de algunas dudas, con el correr de los minutos se fue afirmando bajo los tres palos hasta convertirse en decisivo en la victoria frente al Lobo: a los once minutos le atajó el penal a Gonzalo Vargas y, aunque no fue demasiado exigido, respondió en otras dos oportunidades fundamentales para evitar la caída de su arco.
Durante sus primeros pasos en la B Nacional, el doble cinco fue uno de los puntos débiles de la formación. Martín Aguirre, de excepcional rendimiento, no encontró a su compañero: ni Nicolás Domingo ni Cristian Ledesma tuvieron buenas actuaciones. Ezequiel Cirigliano es una de las máximas promesas del club de Núñez. Tras participar del Mundial Sub 20, hizo su debut como único volante central en la actual temeporada frente a Gimnasia. Veterano pese a su corta edad, se adueñó del mediocampo, combatió en soledad y se destacó en la distribución, el punto fuerte de sus numerosas virtudes. Sus auspiciosas presentaciones con la camiseta de la Selección Argentina invitan a soñar con un patrón que sustituya un puesto vacante desde hace años.
Lucas Ocampos es, junto al Chori Domínguez y Carlos Sánchez, una de las individualidades desequilibrantes del River modelo B Nacional. Seguramente su estancia en Núñez será breve: los poderosos europeos no tardarán en posar sus ojos sobre un jugador talentoso, desfachatado, con una gambeta endiablada e indescifrable y con gol. Pese a sus 17 años, aceptó el desafío de ser la apuesta del Pelado Almeyda. Cumplió con creces y sorprendió con un rendimiento inimaginado pese a su gran actuación dentro de un paupérrimo combinado nacional sub 17.
Rogelio Funes Mori fue uno de los más castigados por los fanáticos post descenso. La presión de una mala racha inquebrantable lo llevó a errar goles imposibles de fallar. Pese a sus movimientos perfectos y su buena ubicación, su torpe ineficacia despertó la ira de los hinchas. El gemelo es un delantero de área más que interesante, con buen manejo de la pelota con los pies pero fracasa en un rubro en el que un goleador debe ser intachable. Si logra reconciliarse con el gol, mejorará su imagen para con los hinchas y con el mercado exterior.