Después de mucho tiempo, el estadio Monumental volvió a sentir la Primera División. A pesar de que aún resta el duelo de Rosario Central ante Patronato y los últimos dos partidos del torneo, River obtuvo una trabajada victoria ante Boca Unidos que permite que su objetivo de retornar a la elite del fútbol argentino. Un lugar que, por su grandeza institucional, jamás debió haber abandonado.
Funes Mori festeja el gol de la victoria. (Vía Telam)
Los hombres dirigidos técnicamente por Matías Almeyda afrontaron el encuentro de manera eléctrica, aunque no disfrutaron de la paciencia necesaria para destrabar a su rival. La derrota de Instituto frente a Quilmes, además, debió haber sido un estímulo para el cuadro local, pero por momentos pareció haber resultado contraproducente.
Víctima de su propia efervescencia, River buscó a través de Daniel Villalba y sufrió en su línea defensiva. Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez mostraron nuevamente su faceta más enclenque; en tanto, David Trezeguet no fue abastecido de manera óptima y tampoco desequilibró. Ante este panorama, un Boca plagado de limitaciones lastimó al Millonario con contraataques encabezados por Danelón y José Manuel Babak. Empero, la falta efectividad de Aldo Visconti y Cristian Núñez se erigió en la principal razón por la que la escuadra de Darío Ortiz no abrió el marcador antes que su adversario.
La victoria de River sobre Boca Unidos (2-1):
No obstante, las tres alegrías de la jornada llegaron desde el banco de suplentes. Lucas Ocampos, Rogelio Funes Mori y Elvio Fredrich aportaron los gritos y rompieron con la chatura evidenciada hasta ese momento. Los dos primeros futbolistas le dieron el triunfo al Millo, mientras que el último otorgó el empate parcial para la formación mesopotámica. Todo ello sucedió en el último cuarto de hora del cotejo, en el que varios corazones habrán acelerado su pulso a ritmos increíbles.
River jugó como lo hizo habitualmente en este campeonato: mal. Consiguió tres puntos vitales para cumplir su cometido pero tendrá que mejorar enormemente su performance. “Quedan 180 minutos para volver a la A”, resaltó Almeyda después de la victoria. Patronato y Almirante Brown serán los últimos escollos del sufrido equipo de Núñez, que se acerca poco a poco al ascenso.