Tras 10 fechas en las que supo salir adelante por la enorme jerarquía de su plantel más que por el buen juego, River se encontraba con la primer prueba de fuego en el largo camino de regreso a primera división, Instituto. Los de Alta Córdoba llegaban como inmediatos perseguidores de los de Núñez que en su visita al Mario Kempes arriesgaban, por primera vez en el torneo, seriamente su invicto.
Pero para el Millonario fue un partido más. Lejos de verse perjudicado por la dimensión del encuentro, fue amo y señor del tramite del mismo y a pesar de no haber convertido, redondeó una actuación más que aceptable. Instituto, en cambio, no tuvo un partido digno de un equipo que aún ocupa el segundo puesto en la tabla de posiciones. Quizás molesto por los nervios de un partido único para el plantel y para la hinchada, el conjunto cordobés se vio achicado y ampliamente superado por un River que supo tirarle toda su experiencia encima. Así y todo, la Gloria superó la adversidad y rescató un empate a cero valiosísimo.
Luego de varias fechas donde no pudo encontrar el rumbo a nivel futbolístico más allá de los buenos resultados, esta vez se dio la situación inversa. Si bien no deslumbró, la Banda mereció ganar el partido claramente, pero a diferencia de las primeras jornadas no estuvo fino a la hora de definir y lo terminó sufriendo, a tal punto que ni siquiera pudo aprovechar el hombre que tuvo de más durante casi 25 minutos gracias a la justa expulsión de Erpen.
La clave pasó por el mediocampo. Mientras que en el conjunto local Videla luchaba en soledad, por el lado de los visitantes se veía lo mejor en ese sector. Cirigliano, que será tremendamente extrañado mientras dispute los juegos Panamericanos en Guadalajara, manejó los hilos de principio a fin y encontró en Sánchez y Ocampos a los socios perfectos para desplegar el buen juego que la gente tanto ansía ver.
A pesar del buen rendimiento del ya mencionado mediocampo, River aún tiene pendiente mejorar la fragilidad defensiva. Maidana y Ferrero se encuentran muy lejos de aquel nivel que supo ponerlos como principales figuras del equipo que terminó descendiendo y hoy en día no hacen otra cosa que complicarle la vida a Chichizola. Por suerte para ellos y para su equipo, los cordobeses no estuvieron para nada finos a la hora de atacar y sólo pudieron inquietar al jóven arquero riverplatense con un tiro de Dybala que terminó estrellándose en el palo. Más allá de esta ocasión, la gran promesa de Instituto tuvo un flojo partido y debe haber sido en gran parte la principal razón del flojo nivel de su equipo en ataque.
River se quedó con gusto a poco pero con la certeza de que jugando así serán muchos más los partidos ganados que los empatados o perdidos. Por el lado de Instituto, deberá volver a lo hecho en las jornadas anteriores y olvidar este mal partido que terminó saliéndole demasiado barato.