Revista Fútbol
Por Leandro Martín Dudkevich @mdudkevich
River derrotó 3-2 a Tigre, en un vibrante encuentro en el que Luna se vistió de héroe y permitió que River conservara la punta del Torneo Final 2013. Iturbe hizo su debut en la red.
Quien hubiese sintonizado la transmisión al minuto 35 del segundo tiempo, hubiese imaginado que el partido estaba ya acabado. Tigre consiguió plantear un partido muy inteligente y durante todo el primer tiempo demostró una marca y presión casi sin falencias.
Pese a un par de llegadas en ambos bandos, lo más relevante de la primera mitad, fue el choque entre Ledesma y Botta. Si bien fue casual, el “Lobo” sufrió un profundo corte en la nariz, acción por la cual el encuentro se detuvo unos minutos. Sin embargo, Ramón decidió mantenerlo en cancha.
En el segundo tiempo la historia fue distinta. En el arranque, Ledesma comenzó a sangrar nuevamente, por lo que el Pelado Díaz se decidió por el ingreso de Ariel Rojas. Minutos más tarde, un tiro libre en contra y una falla defensiva, culminó en el gol de Donatti.
A partir de ese momento, el equipo millonario comenzó a buscar mucho más el área rival, hubo un cambio de actitud notable, pero aún así no conseguía llegar a la igualdad. Tal como en la primera fecha, la fórmula parecía estar en el banco.
Llegando al minuto 40, una gran jugada individual de Mora (que sigue sin meterla pese a su gran aporte en el ataque) desembocó en un centro, y fue el “Chino” Luna, ingresado minutos antes, quien se encargo de poner la igualdad con un buen cabezazo cruzado. La ley del ex en todo su esplendor. En el banco se desató la ilusión y Ramón soñaba a los gritos: “Vamos que lo ganamos”.
Sin embargo esto era recién el comienzo, porque un par de minutos después, una nueva jugada de Mora, con remate al arco incluido, le permitía nuevamente al “Chino” Luna empujar la pelota dentro del arco. Estalló el Monumental. La gente ya deliraba de felicidad y aún quedaba tiempo para más. Esta vez fue el turno de otro de los ingresados, Juan Manuel Iturbe; sin el cansancio de la defensa visitante, el juvenil pasó sin problemas entre dos y con un zurdazo cruzado liquidó un partido que parecía perdido.
Ya en el descuento, Rubén Botta se fue temprano a las duchas luego de un codazo a Mercado. Si bien la falta estuvo bien sancionada, lo cierto es que Lunati debió haber expulsado también a Sánchez, por dos acciones anteriores contra el mismo Botta. ¿Quedaba tiempo para algo más? Si, Bottinelli regaló un penal al rechazar un centro con la mano y Pérez García anotó el tanto para la estadística.
Un 3 a 2 impensado por todos, una victoria que no se hubiese conseguido meses atrás. El River de Ramón, todavía sin encontrar un gran nivel, tiene actitud, no da un partido por perdido y con esa mentalidad ganadora que tanto impone su DT, mantiene el invicto y la punta de Torneo. En esta oportunidad los tres puntos valen tanto como este camino que parece empezar a marcar el millonario, un camino de sacrificio y héroes, de búsqueda y gol. Esta historia no es un cuento Chino.